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1 de mayo de 2024
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Elizondo se retiró del arbitraje ovacionado
10 de diciembre de 2006
Horacio Elizondo negó que vaya a continuar su carrera arbitral en Qatar durante la conferencia de prensa que brindó en la Bombonera durante la previa a dirigir el partido entre Boca y Lanús, por la última fecha del torneo Apertura.

El reconocido árbitro internacional adelantó que tomó la decisión de abandonar la actividad porque "ya no posee asignaturas pendientes" en este deporte.

"Quería anunciar públicamente que hoy jugaré mi último partido. Lo quiero aclarar porque en algunos medios dijeron que me iba a trabajar a Qatar. Y esto no es así", comentó luego de recibir por parte de los dirigentes de Boca una plaqueta de reconocimiento a 22 años de trayectoria.

Elizondo aseguró que considera que cumplió un ciclo dentro del arbitraje y por tal motivo decidió no dirigir más para darles espacio a los jóvenes que vienen surgiendo.

"Argentina tiene muy buena materia prima, pero a esa materia prima hay que producirla y darle lugar. Ahí puede ser que esté el problema", estimó.

El juez, de 43 años, reiteró que tomó la decisión de abandonar el referato a
raíz de que ya no posee una asignatura pendiente en el fútbol y nuevos objetivos que lo motiven.

"Este fue un año donde me tocó dirigir partidos muy importantes de mi país y la Copa del Mundo, en el inicio y en el final, lo que me llena de orgullo, porque significa que estoy considerado entre los buenos árbitros del fútbol mundial. Esto es algo que lo digo con total honestidad, no me la quiero dar de nada", aseveró.

El año 2006 será inolvidable en la carrera profesional de Elizondo, dado que dirigió cinco partidos en el Mundial de Alemania, siendo protagonista en el inaugural y en la final, donde expulsó a la estrella de Francia, Zinedine Zidane, quien jugó su último cotejo.

Previo a iniciarse el partido entre Boca y Lanús, Elizondo fue sorprendido por su hijos -dos nenas y un nene-, quienes llegaron hasta la mitad del campo de juego y con remeras que decían "Gracias Papá", le brindaron su despedida del fútbol.

Cuando llevaba de la mano a sus hijos a un costado del campo de juego, las más de 50.000 personas que estaban en el estadio le brindaron una calurosa ovación, que él retribuyó alzando su mano.