Centenares de aficionados acudieron el viernes al aeropuerto lisboeta de Portela para recibir a la selección portuguesa de fútbol, que volvió a casa tras perder ante Alemania (2-3) en los cuartos de final de la Eurocopa.
Los aficionados portugueses abarrotaron la zona de llegadas del aeropuerto de la capital lusa en busca de los autógrafos de sus ídolos, a pesar de la decepción que supuso la derrota del jueves ante la escuadra alemana.
El propio presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, desdramatizó la eliminación del equipo portugués y dijo que el fútbol no lo es todo en la vida y que el país tiene ahora otros objetivos que cumplir.