Pese a los temores por el aumento de la prostitución forzada durante la Copa del Mundo, para muchas profesionales de Berlín el torneo es una oportunidad para multiplicar beneficios, por lo que están aumentando sus horas de trabajo.

"Las prostitutas de Berlín gimen, todos los burdeles están a reventar", dice el diario popular Bild, el de mayor tirada en Alemania.

"En algunos establecimientos, las chicas ya han multiplicado por dos sus horarios durante la Copa del Mundo", añade el periódico, según el cual los clientes hacen cola a la entrada de las Freudenhauser.

Un taxista contaba que trasladó en su auto a cuatro potenciales clientes de algunas de las 8.000 prostitutas que se estima hay en la capital. "Pero tuvieron que darse media vuelta. Todo estaba lleno", explicó.

La policía alemana aseguró la semana pasada que por el momento no había incidios de que hubiera aumentado la prostitución, a pesar de que se espera la visita de al menos un millón de extranjeros a Alemania y la llegada de hasta 40.000 prostitutas durante el torneo.

Josephine Conte, de uno de los 400 prostíbulos berlineses, aseguró a Bild que la demanda estaba alcanzando niveles nunca vistos y sus empleadas tenían que hacer "horas extras". "Tenemos reservas hasta el final del torneo. ¡A veces no sabemos qué hacer con tantos hombres!", explicó.

Según una joven de 21 años que hace el horario matinal junto a otras siete compañeras, "los chicos vienen para un masaje cuando quieren relajarse antes del partido". Pero "los clientes tienen que ser pacientes porque la espera es de hasta dos horas", según Conte.

Otra prostituta, de 23 años, asegura que llegan a trabajar 16 horas al día, haciendo una parte al teléfono después de su horario normal. "Estamos ganando en un día lo que ganamos normalmente en una semana. Pero después de la Copa del Mundo voy a necesitar unas vacaciones", comentó.

Organizaciones nacionales e internacionales llevan meses manifestando su preocupación por la prostitución forzosa durante el Mundial de Alemania, donde esa actividad es legal desde 2002.