"No nos rendimos nunca", aseguró el mediático mediocampista David Beckham sintetizando así la actitud de la selección inglesa en el partido que le ganó a Trinidad y Tobago por 2-0, y que le dio a los "pross" un sitio seguro en los octavos de final de Alemania 2006.

"Fueron muy duros para nosotros a lo largo de todo el partido, pero sabíamos que si seguíamos nuestro plan podíamos salir adelante", añadió el capitán inglés, autor del centro que Peter Crouch convirtiera en primer gol para Inglaterra cuando el partido se encaminaba irremediablemente hacia el empate.

"Claro que hay cierta tensión cuando deseas tanto ganar, pero trabajamos duro y terminamos el partido muy fuertes", señaló.

Beckham cree positivo que el joven delantero Wayne Rooney, recuperado de una lesión, no se haya apresurado en su regreso: "Está listo ahora, y necesita partidos. El entrenador tenía dos buenos suplentes y terminamos jugando muy bien".