El campeón del mundo (McLaren), que el pasado fin de semana se había subido al podio en la primera carrera del año, fue sancionado por engañar deliberadamente a los comisarios en un intercambio de posiciones con el italiano Trulli, quien había sido multado y ahora recuperó la posición, por decisión de la FIA.

El inglés Lewis Hamilton y su escudería, McLaren Mercedes, fueron despojados por la FIA de su tercer puesto en el Gran Premio de Australia, que abrió la temporada, por confundir de forma deliberada a los jueces de la carrera en un movimiento en pista y mentir en sus declaraciones luego de la competencia.

Sucede que tras el accidente del alemán Sebastian Vettel (RBR Renault) y el polaco Robert Kubica (BMW), y con el auto de seguridad, Jarno Trulli (Toyota) se salió de la pista y el campeón del mundo lo superó para quedar en el tercer lugar. Pero su escudería creyó que el inglés había pasado indebidamente y lo hicieron frenar para devolverle el lugar al italiano.

En el comunicado posterior de McLaren, Norbert Haug, director de competición, manifiesta: "Trulli se ha salido y Lewis le ha adelantado y se ha puesto tercero, pero ha tenido que dejar pasar a Trulli otra vez".

Pero a la hora de declarar frente a los comisarios, mientras que Toyota sostuvo que Hamilton se había apartado y frenado para dejarlo pasar a Trulli, McLaren negó estas palabras para retener el tercer puesto que había logrado tras la multa de 25 segundos al piloto italiano por adelantarse con auto de seguridad en pista.

Con nuevas pruebas en mano, Hamilton fue sancionado por su falta de deportividad y Trulli, que había quedado muy relegado en las posiciones finales, recuperó el tercer lugar.