El Canalla superó como visitante al Santo con un gol en contra de Anchen (ST 22m). El equipo de Roldán fue muy superior y convirtió en figura a Broun. Los de Mostaza Merlo siguen invictos desde la llegada del técnico y se mantienen en la misma línea
de Racing en la pelea por mantener la categoría.

El encuentro arrancó muy parejo, con la pelota en la mitad de la cancha y demasiado friccionado. Si bien los dirigidos por Carlos Roldán tuvieron la iniciativa en todo momento, no pudieron preocupar seriamente a un equipo rosarino que estuvo muy metido atrás y careció de ideas ofensivas.

La más clara de la etapa inicial fue un cabezazo de Cristian Canío que salió muy cerca del palo izquierdo de Jorge Broun. El chileno, uno de los más desequilibrantes del terreno de juego, apareció sin marcas por el medio y desperdició de manera increíble una chance inmejorable.

Más allá de aquella acción, San Martín (T) sólo acercó peligro con algún disparo aislado de media distancia. Enfrente, Central estuvo desorientado y el nuevo esquema con tres defensores y cinco mediocampistas fue demasiado timorato y dejó aislados a Emilio Zelaya y Milton Caraglio.

En el complemento las cosas no cambiaron demasiado: el Santo siguió con su embestida y el Canalla continuó con su cautela, incluso sumando más hombres en el fondo y dejando a un solo delantero. El arquero fue el gran valuarte con respuestas de todo tipo y en todo momento.

A los 22 minutos, y cuando sólo había llegado con un cabezazo desviado de Caraglio, Rosario Central encontró el gol en una carambola. El centro de Iván Moreno y Fabianesi cayó en el medio del área y Jorge Anchén, al intentar despejar el balón, la metió de manera involuntaria contra su propio arco.