David Nalbandian mostró casi todo para tener un regreso soñado al circuito oficial de tenis. Para poder ver si la vuelta será efectivamente perfecta habrá que ver cuándo el clima le permitirá completar el partido ante Potito Starace, que lo tuvo como claro dominador en el primer set.

El viento soplaba fuerte en el Buenos Aires Lawn Tennis y la lluvia ya era una amenaza concreta. En ese contexto, el comienzo mostró menos precisión de la habitual en este tipo de partidos, pero la tranquilidad de un David Nalbandian en muy buen nivel. Como para contarles de entrada a Potito Starace y al mundo del tenis que su regreso va en serio.

Todos sus golpes funcionaron muy bien en los primeros games. Le quebró a Starace en el segundo y, después de mucho pelear, en el cuarto. Pero después aparecieron algunas dudas con el saque del cordobés, que estiraron el desenlace por más que no permitió nunca que el italiano mantuviera su saque. Más allá de estos sofocones, el cierre del set lo mostró con un tenis casi perfecto y hasta un punto en el que le devolvió un smash a Starace para desairarlo totalmente. El 6-2, más allá de alguna exageración porque hubo games muy peleados, servía para reflejar todo lo bueno que había hecho David. Y entonces apareció la lluvia.

El partido continuará mañana, si el clima lo permite, en el tercer turno de la cancha principal. Irá cerca de las 16, después del atractivo choque entre Juan Ignacio Chela y el francés Richard Gasquet. Después de David llegará el momento de la presentación de Gastón Gaudio y Horacio Zeballos, también postergado por la lluvia.

Antes del diluvio y del set ganado por Nalbandian, hubo acción en el ATP de Buenos Aires. El único argentino del cuadro principal que se presentó fue Eduardo Schwank, quien cayó por 6-4 y 7-5 con el rumano Víctor Hanescu. Además, el español Gimeno Traver eliminó a su compatriota Nicolás Almagro tras un 7-6, 6-7 y 6-3 y el portugués Federico Gil derrotó al australiano Peter Luczak por 6-2 y 6-4.