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29 de marzo de 2024
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Arsenal le dio un duro cachetazo a Central: 3-2
2 de marzo de 2010
El equipo de Sarandí combinó contundencia con solidez y derrotó por 3-2 al Canalla, que aún no pudo ganar en el certamen y sigue anclado en la Promoción. Caraglio (PT 10m) y Figueroa (ST 32m) marcaron para el local, mientras que los de Burruchaga festejaron con goles de Yacuzzi (PT 16m), Obolo (PT 21m) y Sena (ST 16m).

Arsenal repitió una buena actuación como visitante y le dio un duro golpe a Rosario Central en el Gigante de Arroyito. Los dirigidos por Jorge Burruchaga, que acumulaban tres partidos sin victorias, fueron pragmáticos y superaron por 3-2 al Canalla, anclado en la zona de Promoción y todavía sin triunfos en el Torneo Clausura.

En el arranque del primer encuentro de la séptima fecha, la actitud desfachatada y las falencias defensivas de ambos equipos (desacoples del lado local, dificultades para cortar el juego aéreo en la visita) propiciaron un desarrollo de ida y vuelta que mantuvo en vilo al Gigante de Arroyito.

El primero en avisar fue Mauro Obolo para los de Jorge Burruchaga, con una escapada que se llevó la marca de Hernán Galíndez y terminó con un remate afuera. Pero enseguida, a los diez minutos, Gervasio Núñez, de buena actuación, se fue por izquierda y mandó el centro para que Milton Caraglio se elevara y clavara el primero de cabeza.

El ritmo del encuentro no daba respiro. A los 16, el mejor del período, Javier Yacuzzi, combinó por izquierda con Luciano Leguizamón en una gran jugada y la picó por sobre Galíndez para anotar el empate. Y a los 21, Yacuzzi volvió a adelantarse por la izquierda y mandó el centro para que Obolo cabeceara alto y a la derecha del arquero y sorprendiera a todo el estadio.

Recién con estos dos cachetazos volvió a tomar la posta el local, pero en la más clara Emilio Zelaya desperdició la igualdad con un disparo en el palo.

Las urgencias de Central se potenciaron en el complemento. Pero la falta de desequilibrio no se pudo corregir y todo quedó supeditado a buscar con centros imprecisos a Figueroa, Caraglio y Zelaya. El equipo local recostó el juego por derecha pero el tándem Chitzoff-Zárate nunca pudo desbordar y asistir con claridad a alguno de sus tres puntas. Por su parte, el Arse no se apartó de su esquema conservador, firme en la cobertura defensiva y picante en el contragolpe.

A los 16, el visitante consiguió el tercer tanto por intermedio de una letal réplica que arrancó Poggi, continuó Jara y definió Sena, luego de un córner en el área propia. Castigo para un Central que, pese a tener la pelota y adelantarse, nunca estuvo cerca del ansiado empate. Poco después del tanto de Sena, Jara casi amplía ventajas después de un centro de Yacuzzi por izquierda, en otra jugada que desnudó los problemas defensivos del Canalla.

Para desgracia de los hinchas anfitriones, enfurecidos por el flojo arbitraje de Cristian Faraoni, Cuffaro Russo sacó a Zárate (el único que podía oficiar de enlace y así dejar su incómodo rol de volante derecho) y apostó por De León. En definitiva, Central pasó a tener cuatro delanteros pero la cantidad no implicó calidad, ya que entre todos se quitaron espacios mutuamente.

Cuando parecía sepultada la ilusión de lograr la igualdad, Figueroa conectó sin titubeos una asistencia de cabeza de Núñez, después de un pelotazo largo de García, y marcó su segundo gol consecutivo. Un tanto que sirvió como inyección anímica para un conjunto desprovisto de buen fútbol.

Apuntalado por su hinchada, Central insistió con esperanza hasta el pitazo final de Faraoni. Arsenal reforzó sus barreras de contención y, con orden, fue disipando paulatinamente el sueño de su rival, que pagó caro su falta de variantes para atacar. El 3-2 definitivo se justificó en la astucia y la consistencia de un equipo, y en la inseguridad y la pobreza del otro.