La armonía de la selección alemana de fútbol en el Mundial se quebró luego de que Philipp Lahm dijera no tiene intenciones de devolver la cinta de capitán a Michael Ballack cuando su compañero vuelva a estar en forma después del Mundial.

Los comentarios de Lahm en una entrevista con el periódico germano Bild fueron publicados el martes, y el mánager de la selección, Oliver Bierhoff, tuvo que responder una serie de preguntas sobre el asunto y sobre el alejamiento de Ballack del campo de entrenamiento. Bierhoff negó que la controversia hubiera alterado al plantel.

La polémica se produjo apenas una hora antes de que el equipo alemán partiera rumbo a Durban, donde jugará mañana una de las semifinales del Mundial frente a España. "No hubo disidencia en absoluto, ni siquiera la insinuación de un conflicto", aseguró el directivo en una conferencia de prensa realizada en el hotel donde se hospeda la delegación.

Lahm es oficialmente el capitán de Alemania en la Copa del Mundo , mientras que Ballack, quien acaba de ser transferido del Chelsea inglés a su ex club Bayer Leverkusen, sigue siendo el portador de la cinta en el equipo.

Ballack, quien se perdió el torneo debido a una lesión de tobillo, viajó a Sudáfrica para acompañar a la selección en el encuentro de cuartos de final ante Argentina, pero retornó a Europa el lunes, alimentando especulaciones sobre su fastidio con los comentarios de Lahm.