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27 de abril de 2024
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Por Adrián Taccone
Racismo, la irracionalidad que despierta temores
26 de mayo de 2006
Los temores que se ciernen sobre los organizadores del Mundial de Alemania 2006 no pasan por saber si los estadios tendrán un lleno total, si se marcarán más goles o si determinada selección sale campeón.

Tanto los organizadores, la FIFA, como las autoridades temen la aparición de hechos de racismo, impulsados por organizaciones de ultraderecha y neonazis, un flagelo que a más de 50 años del fin de la Segunda Guerra Mundial sigue provocando escalofríos ante su sola mención.

Muchas serán las acciones que se pondrán en marcha para evitar este tipo de situaciones, una de ellas serán los estandartes que mostrarán los 12 estadios en donde se disputarán los partidos y que tendrá la frase "Say no to racism" ("Di no al racismo") antes de los 64 partidos.

El temor de actos de racismo es tan evidente que el ex portavoz del gobierno alemán y actual presidente de una fundación antirracista, Uwe-Karsten Heye, señaló poco antes de la competencial: “No recomendaría a visitantes del Mundial que tienen otro color de piel a pasearse por algunas ciudades pequeñas y medianas del estado federal de Brandenburgo. Probablemente no salgan con vida de ahí”.

Incluso el Consejo Africano, una organización de inmigrantes de África en Alemania, publicará un folleto advirtiendo a aquellos visitantes al Mundial -de piel no blanca-sobre los lugares que deben evitar para no ser víctimas de atentados racistas.

“No queremos ser los aguafiestas de este mundial, pero algo se debe hacer contra esa ola de violencia contra las personas de otro color de piel o que se ven como extranjeros”, declaró Mochar Cámara, presidente del Consejo Africano en Berlín.

La lista comprende algunos barrios en el este de Berlín y gran parte de las ciudades del este alemán. El nivel de atentados racistas en el este de Alemania es, según cifras oficiales, ocho veces mayor que en la Alemania occidental.

Los grupos neonazis que actúan en Alemania, en especial en la zona este de Berlín, buscan concretar lo que denominan “zonas nacionales liberadas”, y para ello aterrorizan a grupos de extranjeros en barrios y ciudades mediante amenazas y ataques, hasta que consiguen su objetivo, que se vayan o que no circulen más por allí.

Así le sucedió días pasados al político de origen turco, Giyasettin Sayan, de 56 años, portavoz de los inmigrantes en el gobierno local, quien fue insultado y golpeado en la cabeza con una botella por dos hombres que lo interceptaron en un barrio del este de Berlín.

Incluso los neonazis tenían prevista una manifestación por el centro de Berlín en pleno torneo, pero las autoridades le denegaron el permiso para concretarla.

No obstante, diferentes agrupaciones ya adelantaron que en el Mundial alentarán a la selección de Irán, ya que el presidente de ese país asiático, Mahmoud Ahmadinejad, es un ferviente adversario de Israel, e incluso calificó de “mito” el genocidio de judíos durante la segunda guerra mundial (1939-1945).

Los servicios de inteligencia indicaron que el número de ultraderechistas dispuestos a perpetrar actos de violencia aumentó de 400 a 10.400 el año pasado respecto de 2004, mientras, el número de ataques con motivos raciales creció casi una cuarta parte para totalizar 958.

Para tratar de que sus ciudadanos no sean víctimas de estos ataques, algunos embajadores africanos, como el de Ghana, les explicó a los aficionados y a los jugadores de su país, respecto a la peligrosidad de algunos barrios y recomiendan que se evite su visita, especialmente de noche.

El embajador de Brasil, por su parte, anunció que durante el Mundial se establecerán “consulados móviles” para atender, en caso de problemas, a su “torcedores” que concurrirá a Alemania, y que se estiman serán unos 30.000.

Por su parte, la comunidad judía de Alemania instó a los poderes públicos a no minimizar los riesgos de agresiones racistas contra seguidores extranjeros durante el Mundial.

"Es espantoso que el mundo político se preocupe más por la reputación de Alemania antes de la Copa que por la protección a los extranjeros", dijo Stephane Kramer, secretario general del Consejo Central de los Judíos de Alemania.