Polémico, incisivo, organizado, líder y multicampeón, la figura de Franz Beckenbauer está en el centro de la escena, ya que es el principal referente del Comité Organizador del Mundial de Alemania 2006.

Beckenbauer es un líder del fúbol alemán, ya que en su época de jugador fue campeón del mundo en 1974, y además jugó otros tres mundiales con la selección germana.

Pero también incursionó en la dirección técnica y logró con el equipo de su país ser subcampeón en México 86, al perder la final con Argentina 3-2, y cuatro años más tarde, en Italia 90, obtuvo finalmente el título, superando al mismo rival por 1-0, con un penal de Brehme.

El "Kaiser" (Emperador) como se lo apoda a Beckenbauer, trabajó intensamente para este mundial, tras dejar la presidencia del Bayern Munich, el club más popular e importante de la Bundesliga.

Su tarea consistió, en especial, recorrer los 32 países que iban a tomar parte de la cita mundialista, para dar a conocer cómo los alemanes se prepararon para la competencia.

Un colega alemán, durante la visita de Beckenbauer en Argentina, reconoció su admiración por el "kaiser", quien se manejó con una simpatía y una cordialidad típica de un diplomático.

"Si está nuestro kaiser en el medio, el éxito está asegurado. Por eso estamos tranquilos", me comentó el colega, antes de ir a tomarse una foto con el ex zaguero central.

Considerado uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol mundial, en un top-ten que integran Alfredo Di Stéfano, Pelé, Diego Maradona, Johan Cruyff, entre otros.

Pero Beckenbauer no es una figura decorativa y desde su posición ha tenido alguna que otra polémica. Primero con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y luego criticó al entrenador alemán Juerguen Klinsmann, e incluso hizo referencia al equipo alemán.

"Todos los jugadores son muy retraídos. No hay ninguna figura que ejerza liderazgo. Y eso incluye al capitán Michael Ballack", dijo Beckenbauer en una entrevista televisiva.

El "Kaiser" está en todos los detalles, y a los 60 años está frente a su gran desafío profesional, hacer que el Mundial de Fútbol sea un éxito, más allá de la suerte que corra su selección.

Algo lo espera a Beckenbauer tras el final del certamen, su casamiento con una joven alemana, además de un futuro contrato con Deutsche Telekom para asesoramiento empresarial en la parte de prensa.