Mientras José Pekerman analiza la posibilidad de efectuar varios cambios en el equipo de cara al partido del miércoles con Holanda, la Selección se entrenó en un clima inmejorable.

El plantel sabe que logró un triunfo histórico por 6-0 frente a Serbia y Montenegro, pero también es plenamente consciente de que debe mantener los pies sobre la tierra.

Javier Mascherano, luego de un trabajo a puertas cerradas en el predio de Adidas, procuró reflejar la postura del grupo frente al exitismo que provocó la goleada en Gelsenkirchen.

"Sería una idiotez tener ese tipo de pensamiento", aseguró en conferencia de prensa, cuando se le comentó que parte de la prensa internacional ya ubicaba al equipo en la final.

"Nosotros no podemos subirnos a eso. Tampoco nos inquieta lo que se diga de Argentina. Tenemos una meta en la cabeza y no vamos a parar hasta conseguirla. Nadie nos va a hacer cambiar de parecer", remarcó el mediocampista del Corinthians de Brasil.

Justamente Mascherano protagonizó la nota saliente de la jornada.

El cuerpo médico lo había tenido "entre algodones" el sábado, debido a un golpe en el dedo gordo de un pie, pero luego de unas horas se reposo el jugador se mostró recuperado de su dolencia.

Más allá de la desazón que generó el desgarro de Luis González en el aductor izquierdo, el preparador físico Gerardo Salorio entregó una noticia alentadora, al señalar que "Lucho" podría reaparecer en el conjunto nacional en un eventual partido por cuartos de final.

En el seno de la delegación preocupa el estado de las canchas del Mundial.

"Son muy duras y los jugadores se resbalan. Ya probamos con tapones altos, bajos, medianos, y no hay forma de que se claven en la tierra", sostuvo Eduardo Urtasún, colega de Salorio.

Justamente González se lesionó al caer al suelo, luego de no hacer pie, y querer trabar una pelota para evitar un contraataque de Serbia y Montenegro en el encuentro del viernes pasado.

Con vistas al compromiso frente a Holanda, Pekerman haría un cambio obligado, ya que "Lucho" saldrá del equipo, pero además podría darles descanso a los jugadores que acumulan una amonestación.

Se trata de Gabriel Heinze, Javier Saviola y Hernán Crespo.

En caso de que reciban una segunda amarilla el miércoles, deberían purgar un partido de suspensión y se perderían el choque por los octavos de final.

A su vez, las amonestaciones de la primera ronda ya no cuentan en la siguiente. Por ese motivo, es probable que ingresen Gabriel Milito o Fabricio Coloccini, Rodrigo Palacio y Julio Cruz.

También Carlos Tevez tendría posibilidades de jugar, pero Palacio y Cruz suelen integrar la línea de ataque en las prácticas y el DT podría mandarlos juntos a la cancha, aprovechando los minutos de rodaje que tienen.

"El partido contra Holanda es clave para nosotros, es una prueba fundamental para seguir creciendo como equipo", afirmó Mascherano.

En caso de ganar el Grupo C, Argentina deberá viajar hasta Leipzig para disputar su partido por los octavos de final y, si pierde, el miércoles jugará a unos pocos kilómetros de la concentración, en Nuremberg.