Se hizo esperar, y si bien algunos no lo querían, quedó demostrado que su regreso causó algo de revolución en el fútbol argentino, e incluso algunos lo ven de reojo, como quien siente algo de recelo.

La llegada de Ramón Díaz a San Lorenzo le da un renovado "aire fresco" a este fútbol argentino tan competitivo y apasionante, agregándole esa pizca "picante" que el riojano ya había destilado en su paso por River y sus chicanas con el presidente de Boca, Mauricio Macri.

Ramón Díaz es un hombre de fútbol y los cuatro años que estuvo afuera del mismo -la experiencia en la cuarta división inglesa no es medida-, se hicieron largos y hasta se podría decir que aburridos.

También se sabe que es un hombre al que le gustan los desafíos y este San Lorenzo actual lo es en gran medida, por la tremenda crisis futbolística que demostró en el torneo anterior y que precipitó la salida abrupta de Oscar Ruggeri.

El "segundo riojano más famoso", como él mismo se calificó, tras señalar que el primero era el ex presidente Carlos Menem, apuesta fuerte, pone en la mesa su prestigio ganado en River y va por más.

Precisamente en River estarán expectantes con lo que suceda con Ramón Díaz, para bien o para mal, recordando además que hace cuatro años el entrenador se fue de la entidad "millonaria" disgustado por la falta de llegada de refuerzos.

Sin embargo, la cosa ahora es diametralmente distinta. River hace dos años que no gana ningún título. Ramón vuelve al fútbol argentino y si bien no tiene una buena relación con el presidente de la entidad de Núñez, José María Aguilar, las vueltas de la vida todo lo pueden.

Se le podrá criticar su manera de manejarse, su poca dialéctica y hasta sus pensamientos, pero su visión para el fútbol no se discute. Si se animó a jugársela por un juvenil esmirriado y con olfato de gol de apenas 17 años, cuando hizo debutar a Javier Saviola, y ese día el pibe le marcó un gol a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, de visitante.

Por ahora Díaz elabora un proyecto esperanzador en el club azulgrana, con Ezequiuel Lavezzi y Andrés Silvera como atacantes principales.

Promete la llegada de refuerzos de nombre y hasta se anima a hablar de títulos y siendo que él ganó siete con River, no es ninguna pavada. La cuestión es saber hasta donde podrá cumplir, el crédito está más que abierto y él ya hizo su apuesta.