La Argentina sufrió más de la cuenta para conseguir el pasaje al Mundial de Sudáfrica 2010, algo que parecía que no se iba a alcanzar, pero finalmente fue un "Centenariazo" lo que permitió llegar al torneo ecuménico.

El camino fue espinoso con cambio de entrenador en el medio, dado que Diego Maradona reemplazó a Alfio Basile, para darle un poco más de aire en el final de las eliminatorias sudamericanas.

Sin embargo, todo fue más trabajoso que en otras eliminatorias, sobre todo si se tiene en cuenta que para Francia 98 y Japón-Corea 2002 Argentina terminó en lo más alto de la tabla, y para Alemania 2006 finalizó detrás de Brasil.

Maradona y un número impensado de jugadores estuvieron detrás de esta clasificación, incluso apelando al histórico Martín Palermo, vital para dar un poco de oxígeno al conjunto argentino en la victoria 2-1 ante Perú en el Monumental.

Ahora la pregunta, una vez obtenida la clasificación, es saber ¿cuándo aparecerá el equipo, el juego y el andamiaje colectivo?

Por este camino difícilmente el equipo tenga chances de una actuación destacable en Sudáfrica 2010, porque no hay patrón de juego y, con la arenga y la motivación solamente, no se pueden alcanzar objetivos tan grandes como un Mundial.

Llegará el momento de la autocrítica, de la reflexión, de ordenar y dar de nuevo, y trazar un plan que termine con una alegría que tanto tiempo se le niega a los argentinos, aunque aún ese horizonte por ahora aparece lejos.