Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
8 de mayo de 2024
Seguinos en
Por Adrián Taccone
Traición y mentiras, palabras de despedida
28 de julio de 2010
Se lo esperaba así. Entre tranquilo y explosivo. Con el dolor de saberse fuera de la conducción de la selección argentina, luego de la reunión que mantuvo con Julio Grondona.

Todo lo que se especulaba, o al menos la gran mayoría, se cumplió y salió a pegar palos a diestra y siniestra, o mejor dicho, a Grondona y a Carlos Bilardo.

Por eso no extraño que disparara munición gruesa para los, ahora, máximos responsables de la selección argentina, en un discurso que dejó poco espacio para la autocrítica, que tuvo mucho de victimización y de responsabilidades ajenas.

Cuando él asumió en el cargo sabía que, más allá de su idolatría popular, la selección es potestad de Grondona, quien no en vano está hace tres décadas en el sillón de Viamonte al 1500.

Ahora Maradona, ya sin renovación, tildó a Grondona de "mentiroso" y a Bilardo de "traicionero", en términos que podrían no ser tan tremendos, si no fuera por los personajes involucrados.

La confusión reinante en el fútbol argentino ha tenido un sinfin de nombres, pero sobresalieron siempre los de Grondona y Maradona, aunque cada uno en veredas opuestas, más allá de épocas más calmas.

Ahora, fiel a su estilo, Maradona se fue -lo fueron- dando un portazo, dejando una estela de polémica y dividiendo aguas, que servirán para seguir hablando de lo mismo por un tiempo.

Se declaró un bombero -"nos llamaron para apagar un incendio"-, y hasta tuvo tiempo para dejar una frase maradoniana "es tocuen (cuento). Sin embargo la de Grondona se sigue manteniendo en el tiempo: "Todo pasa".