Las realidades de los dos equipos más populares de Argentina no podrían ser tan tristemente parecidas en la previa del superclásico del fútbol local.

Es que Boca, con la vuelta de Juan Riquelme, perdió en la noche del sábado 2-0 con Argentinos Juniors, en los tres minutos finales, mientras que River cayó el domingo en su visita a Floresta, frente a All Boys por 1-0.

Los "xeneizes" y los "millonarios" quedaron en las antípodas de la posibilidad de ingresar a cualquier instancia de la Copa Libertadores, pero además el conjunto riverplatense sigue sumido en la zona de Promoción.

Pero otra cosa que también está en duda y sobre la cuerda floja, como son los presentes de ambos entrenadores: Claudio Borghi en Boca y Angel Cappa en River, porque nadie puede ser ingenuo y pensar que una derrota ante el clásico rival no moverá estanterías.

En River se espera por Matías Almeyda, al que Cappa preservó ante All Boys, mientras que en Boca la ausencia de Gary Medel podría traerle alguna complicación al conjunto de Borghi.

No se estaría para nada errado si se conviene en señalar que este será uno de los peores superclásicos de la historia, por los presentes de ambos conjuntos, pero además porque el futuro de ninguno de ellos podría mejorar sustancialmente si lo ganaran, aunque sí empeoraría en caso de perderlos.

Ahora llegará el tiempo de hablar de la "previa", de lo que podrá poner uno u otro en cancha y las diferentes hipótesis de lo que sucederá, pero nadie tiene la verdad hasta el próximo martes a las 19:30, cuando la pelota ruede en el Monumental y la pasión se desate una vez más.