Por Adrián Taccone, especial de Asteriscos.tv

Lionel Messi y Marcelo Bielsa son dos argentinos que a su manera dan que hablar en el mundo del fútbol. Uno por sus pergaminos, su juego y su "marca" dentro de la cancha, mientras que el otro hizo de su concepto del fútbol un modo de vida y hasta una escuela que deja huellas en varios entrenadores, y que también genera defensores y ataques por partes iguales.

Ambos fueron noticias, por sus logros y sus conductas. Pero ninguno de los dos pasa desapercibido, por más que intenten hacerlo, por que si en algo coinciden es en el bajo perfil que ostentan y de lo que hacen un culto.

Messi, por más que intente como en su momento le pasó a Maradona, no puede pasar desapercibido, por la celebridad que es y además por los logros que conquista en la última década, en gran medida con el Barcelona, tanto sea en la liga española como en Europa y el Mundo.

Los números de "La Pulga" son tremendos, y por momentos asustan para un jugador que tiene 31 años y que ya dejó su huella y está considerado de los mejores jugadores de la historia, aunque sus detractores le endilgan aún que no consiguió casi nada con la camiseta de la Selección argentina (sí un Mundial Sub 20 en Holanda 2005 y los Juegos Olímpicos de Beijing 2008).

Solo un necio podría discutir las cualidades técnicas y su capacidad de ver el fútbol que tiene Messi, para marcar un gol, para dar una asistencia o bien para -desde su persona- condicionar un partido, para bien o para mal.

A su vez Bielsa lleva muchos años en el centro de la escena, un lugar que esquiva, pero que irremediablemente lo ponen en un lugar de exhibición, tanto por lo que hace, como por lo que no hace. Por sus dichos, sus conductas y hasta sus ocasionales momentos jocosos.

Estudioso del fútbol. Acérrimo defensor de los proyectos, más que allá en algunos le fue muy mal como en la Lazio de Italia (ni asumió el cargo) o como Lille de Francia (fue despedido luego de seis meses), Bielsa es sindicado como un obsesivo en su función y además que logra identificarse con el club al que acude, algo que le sucedió en Newell's y Vélez en Argentina, Athletic Bilbao en España, Olympique Marsella de Francia y ahora también en Leeds de Inglaterra.

En su desembarco inglés Bielsa debió sortear una controversia en la que se lo acusaba de espiar los entrenamientos de sus rivales, algo que reconoció que lo hace de toda la vida.

A punto de jugarse las chances de ascender con el Leeds a la Premier League y necesitado de un triunfo tanto como el agua, Bielsa le ordenó a sus dirigidos dejarse hacer un gol para compensar un acción de juego anterior, en la que un futbolista suyo marcó un tanto con un rival del Aston Villa lesionado en el campo y por ese motivo el cotejo terminó igualado 1-1 y ahora los del "loco" deberán jugar un playoff por el tercer ascenso.

La decisión de Bielsa fue elogiada por su colega del Aston Villa, Dean Smith, y así como con otras actitudes, esta del rosarino también recibió apoyos y críticas. Seguramente porque pocos los entienden, como a Messi.