Gimnasia lo ganó en el final, como si fuera una carrera de caballos, cuando logró encontrar el camino para poder doblegar a Quilmes por 3-2, en un entretenido encuentro disputado en el estadio Unico de La Plata.

Los goles del equipo platense fueron marcados por En el Estadio Ciudad de La Plata impresionó mejor la visita en el comienzo, pues se adueño del mediocampo y cada vez que pudo lastimó por los costados. Superado en esa zona, despojado del balón y con la salida bloqueda, Gimnasia carecía de sorpresa y no se hallaba en el campo. A los 6 minutos Quilmes generó la primera acción de riesgo, que no trajo aún mayores consecuencias porque el árbitro Javier Collado ignoró un claro penal en perjuicio de Carlos Luna. El Cervecero advirtió que el dueño de casa de ninguna manera mostraba su habitual solidez defensiva y por eso se animó a atacarlo. Así, a los 16 minutos consiguió abrir el marcador. El uruguayo Alvaro Pereira lanzó un centro desde la derecha que superó a Juan Carlos Olave, quien falló en el cálculo, y con el arco a disposición Juan Fernández Di Alessio marcó con toque suave. Se recuperó enseguida el Lobo, ya que a los 20 Martín Cardetti capitalizó de cabeza un centro del uruguayo Santiago Silva y decretó la igualdad. Pese a que el trámite pareció circunscribirse a la lucha entre los volantes, Quilmes siempre se insinuaba más peligroso. Sobre el cierre de ese primer capítulo, otra vez entre la buena pegada de Alvaro Pereira y las ventajas del fondo de Gimnasia propiciaron el desnivel cervecero. El certero envío del enganche encontró a un descuidado Luna sólo frente a Olave y el ex delantero de Tigre y Racing no falló. En su desesperación por alcanzar el empate, Gimnasia regaló espacios y sus problemas defensivas se tornaron más evidentes. Quilmes estuvo muy cerca de aumentar la diferencia a los 6 minutos, cuando un remate de Pablo Ricchetti rozó el palo. El Lobo volvió a salvarse a los 20 gracias a una oportuna intervención de Germán Basualdo, quien sacó sobre la linea un disparo de Pablo Giménez. Recién a los 20 Gimnasia le llevó trabajo al arquero José Ramírez, con un tiro libre de Jorge San Esteban que el ex San Lorenzo tapó en dos tiempos. Cuando su rival lo tenía de rodillas y para darle el golpe de gracia, el conjunto platense equilibró el resultado a través de Santiago Silva. El delantero recogió el rebote en el palo de su propio cabezazo y la empujó a la red. Y a los 41, tras un despeje de la defensa, Nicolás Cabrera sacó un terrible puntazo que le dio la festejada, pero inmerecida, victoria a Gimnasia. SS FA NHM