26 de abril de 2024
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Por José Calero
El Mercosur avanza pese a las diferencias: llegan México y Venezuela
Si bien persisten discusiones entre Argentina y Brasil, la "política de Estado" de ambos países es crear un gran mercado que se extienda desde el sur del Río Bravo hasta Ushuaia. El poderío de esas economías, y su ubicación estratégica como fuente futura de recursos naturales, les permitiría negociar en mejores condiciones la constitución del ALCA y ante la Unión Europea.
1 de junio de 2004
La “multipolaridad mundial” impulsada por presidentes como el argentino Néstor Kirchner, el brasileño Luiz Inacio Da Silva y hasta el chino Hu Jintao, dio un paso clave con la incorporación de México y Venezuela al Mercosur.
El peso económico del país azteca, con su Producto Bruto de U$S 640.000 millones –seis veces más que la Argentina y 30 % superior al de Brasil- es un dato contundente de lo que representa que Vicente Fox haya solicitado formalmente el ingreso como miembro asociado del bloque sudamericano.
Jugar en las ligas mayores es lo que permitirán los avances de la Cumbre realizada en julio en Puerto Iguazú, donde Kirchner y “Lula” demostraron, además, que más allá de profundas discrepancias puntuales en sectores como autos, electrodomésticos o textiles, la “política de Estado” de sus administraciones es apuntar sin fisuras a la consolidación del Mercosur.
El paso dado por los países latinoamericanos es seguido con atención por Estados Unidos y la Unión Europea.
Proyectado el mundo de aquí a 50 años, no hay dudas de que los países del Mercosur atesoran las mayores reservas naturales de un planeta que ingresará en alerta amarillo en materia de provisión de agua y fuentes de energía.
Pero el entramado de poder político y económico en el que piensan las naciones emplazadas al sur del Río Bravo parece tener en cuenta, además, que un nuevo eje de poder está naciendo con las transformaciones de China, un gigante que crece al 10 % anual desde hace varios años y que apuesta al proceso de multipolaridad defendido por estas pampas.
Por ello, no sería extraña una alianza Mercosur-China de cara al desarrollo futuro de la economía mundial.
El Mercosur ampliado posee una capacidad exportadora que ronda los U$S 310.000 millones, apenas por debajo de lo que China le vende al mundo en la actualidad (U$S 325.000 millones). Juntas, las economías del Mercosur y China casi igualarían lo que Estados Unidos exporta anualmente, uno U$S 690.000 millones.
Un poderío económico consolidado en el Mercosur le permitirá negociar en mejores condiciones con Estados Unidos y Canadá la constitución del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Pero también discutir mano a mano con la Unión Europea (un gigante que exporta U$S dos billones y medio por año) el ingreso de cereales y carnes al ‘viejo continente’.
La India y Rusia también figuran en los planes aliancistas del Mercosur, un bloque que aún debe madurar políticamente para evitar que cada conflicto en sectores puntuales (llámese autos, electrodomésticos o textiles) genere un tembladeral.
A ello apunta la puesta en marcha finalmente de un tribunal de resolución de controversias que deberá tener peso político propio para que sus decisiones sean acatadas por todos los países miembro.
Argentina y Brasil aún tienen cuentas pendientes por resolver. Especialmente el rol de proveedor de ‘commodities’ que el gigante del Mercosur, con sus 175 millones de habitantes y un PBI de U$S 450 mil millones, pretendió darle históricamente a su socio menor.
Argentina deberá consolidar su rol de productor de granos y carnes, claves para ‘mover’ la economía, pero también buscar un espacio propio en nichos de mercado con valor agregado, como maquinarias e insumos industriales, alimentos envasados y muebles y calzados con diseño, entre muchos otros.
El mundo multipolar que se viene, y que Estados Unidos por ahora se niega a reconocer, representa sin dudas una oportunidad para una nación todavía sin rumbo claro como la Argentina, con la mitad de su población sumergida en la pobreza.
Los números del Mercosur que se viene
Millones de U$S PBI Exportaciones México 640.000 165.000 Brasil 450.000 73.000 Argentina 105.00 29.000 Venezuela 95.000 10.000 Chile 65.000 18.000 Uruguay 10.000 1.800 Perú 11.000 9.000 Bolivia 8.000 1.300 Paraguay 7.000 900 Totales 1.391.000 308.000
El peso económico del país azteca, con su Producto Bruto de U$S 640.000 millones –seis veces más que la Argentina y 30 % superior al de Brasil- es un dato contundente de lo que representa que Vicente Fox haya solicitado formalmente el ingreso como miembro asociado del bloque sudamericano.
Jugar en las ligas mayores es lo que permitirán los avances de la Cumbre realizada en julio en Puerto Iguazú, donde Kirchner y “Lula” demostraron, además, que más allá de profundas discrepancias puntuales en sectores como autos, electrodomésticos o textiles, la “política de Estado” de sus administraciones es apuntar sin fisuras a la consolidación del Mercosur.
El paso dado por los países latinoamericanos es seguido con atención por Estados Unidos y la Unión Europea.
Proyectado el mundo de aquí a 50 años, no hay dudas de que los países del Mercosur atesoran las mayores reservas naturales de un planeta que ingresará en alerta amarillo en materia de provisión de agua y fuentes de energía.
Pero el entramado de poder político y económico en el que piensan las naciones emplazadas al sur del Río Bravo parece tener en cuenta, además, que un nuevo eje de poder está naciendo con las transformaciones de China, un gigante que crece al 10 % anual desde hace varios años y que apuesta al proceso de multipolaridad defendido por estas pampas.
Por ello, no sería extraña una alianza Mercosur-China de cara al desarrollo futuro de la economía mundial.
El Mercosur ampliado posee una capacidad exportadora que ronda los U$S 310.000 millones, apenas por debajo de lo que China le vende al mundo en la actualidad (U$S 325.000 millones). Juntas, las economías del Mercosur y China casi igualarían lo que Estados Unidos exporta anualmente, uno U$S 690.000 millones.
Un poderío económico consolidado en el Mercosur le permitirá negociar en mejores condiciones con Estados Unidos y Canadá la constitución del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Pero también discutir mano a mano con la Unión Europea (un gigante que exporta U$S dos billones y medio por año) el ingreso de cereales y carnes al ‘viejo continente’.
La India y Rusia también figuran en los planes aliancistas del Mercosur, un bloque que aún debe madurar políticamente para evitar que cada conflicto en sectores puntuales (llámese autos, electrodomésticos o textiles) genere un tembladeral.
A ello apunta la puesta en marcha finalmente de un tribunal de resolución de controversias que deberá tener peso político propio para que sus decisiones sean acatadas por todos los países miembro.
Argentina y Brasil aún tienen cuentas pendientes por resolver. Especialmente el rol de proveedor de ‘commodities’ que el gigante del Mercosur, con sus 175 millones de habitantes y un PBI de U$S 450 mil millones, pretendió darle históricamente a su socio menor.
Argentina deberá consolidar su rol de productor de granos y carnes, claves para ‘mover’ la economía, pero también buscar un espacio propio en nichos de mercado con valor agregado, como maquinarias e insumos industriales, alimentos envasados y muebles y calzados con diseño, entre muchos otros.
El mundo multipolar que se viene, y que Estados Unidos por ahora se niega a reconocer, representa sin dudas una oportunidad para una nación todavía sin rumbo claro como la Argentina, con la mitad de su población sumergida en la pobreza.
Los números del Mercosur que se viene
Millones de U$S PBI Exportaciones México 640.000 165.000 Brasil 450.000 73.000 Argentina 105.00 29.000 Venezuela 95.000 10.000 Chile 65.000 18.000 Uruguay 10.000 1.800 Perú 11.000 9.000 Bolivia 8.000 1.300 Paraguay 7.000 900 Totales 1.391.000 308.000