18 de abril de 2024
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El ministro de Desarrollo Humano bonaerense estuvo en Asteriscos.Tv
“Los empresarios deben comprender que los chicos no son mercadería para el consumo”, advirtió Juan Pablo Cafiero
Aludió así a lo ocurrido en el boliche Cromañón, donde murieron 189 jóvenes. Exigió “no volver a tropezar” con irregularidades como las que desataron esta tragedia sin precedentes.
11 de enero de 2005
Cafiero consideró que “nadie debe volver a tropezar” con irregularidades como las que desembocaron en la tragedia del boliche Cromañón, en especial cuando se produce la temporada de verano “con eventos multitudinarios, para los que hay que hacer un gran control”.
El funcionario estimó que, así como ya se produjeron más de cuarenta clausuras en boliches de territorio bonaerense, los operativos “van a seguir hasta que los empresarios comprendan que los chicos no son una mercadería para el consumo”.
En una entrevista con Asteriscos, por Canal P+E, Cafiero enfatizó que “la sociedad tiene que aprender que los chicos no son un problema, porque se juntan en una esquina donde, al final, parece que estaban más seguros”.
“Con lo que sucede en Cromañón, aparecen las grandes falencias que se ven en otras áreas, en el mundo educativo, en el del trabajo, en la desarticulación familiar, en el avance de la droga, en muchos temas donde los jóvenes han ido perdiendo terreno y se los ha empezado a ver como un problema”, analizó.
Cafiero opinó también sobre la designación en la Ciudad de Buenos Aires de Juan José Alvarez –quien lo había reemplazado como ministro de Seguridad en la provincia a mediados de 2003- y dijo que le parece correcto que “se ponga mano firme con las inspecciones y el cuerpo de inspectores que deben recorrer la ciudad “, con especial atención en los lugares de alta concurrencia, como cines, teatros, boliches.
Agregó, de todos modos, que la desatención al ciudadano también se nota en otros ámbitos: “Si uno pone la lupa en los lugares donde nos desenvolvemos cotidianamente, observa cómo se viaja en los ferrocarriles o subtes, o los chicos de Sociales de la UBA, que estudian en un edificio en el que explotan por las ventanas”.
En ese sentido, propuso estudiar los lugares “de potencial riesgo, y tomar medidas, no con criterio represivos, sino pensar en fuertes inversiones por parte del Estado en los lugares para los jóvenes”.
“Hemos notado la falta de predisposición del mundo adulto a escuchar al adolescente, a entenderlo en sus necesidades, sus demandas y reclamos. Hay un descuido general sobre la juventud en muchos ámbitos”, indicó.
Destacó que los trágicos sucesos en Cromañón son “un síntoma del abandono, del dejar pasar, de actitud ausente” frente a la juventud, y enfatizó que corresponde a los adultos “hacerse cargo de que hemos dejado de hacer cosas en la protección de los jóvenes”.
Apuntó, en tanto, que desde la provincia de Buenos Aires se trabaja en un proyecto con jóvenes, denominado “Adolescentes”, que involucra a chicos de 14 a 21 años que, en grupos de una veintena, realizan propuestas sobre “salud, salud sexual, educación”, y que se prevé duplicar la participación durante este año, para llegar a unos 50 mil.