19 de abril de 2024
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Alberto Príncipe, de la Cámara del Comercio Automotor
“Hay 35 % de mercado marginal”
Príncipe pidió ajustar controles para eliminar el mercado negro en la venta de automóviles. Destacó el crecimiento de la venta de autos usados, que llegaría al 20 por ciento
11 de julio de 2006
“Vamos por el buen camino. Los volúmenes de venta se van acercando a las cifras de 1998 y estimamos que tendrán un crecimiento de entre un 15 y un 20 por ciento para este año respecto de 2005”, señaló.
Príncipe manifestó su preocupación para que los controles que se realizan a los comercializadores de automóviles se extiendan a todo el mercado.
“Estamos obligados a controles a los que no se obliga a aquellos que no están instalados, y que generan casi un 35 por ciento del mercado, que es marginal y que nos hace mal a todos”, alertó.
Agregó que en el sector “marginal” se producen transacciones que implican que "los tributos no vuelvan a la comunidad, y una competencia desleal que, al no generar impuestos, provocan un valor de venta depreciado”.
En una entrevista con el programa televisivo Asteriscos, Príncipe apeló a “la voluntad de los gobiernos para que se hagan los controles que nos solicitan a nosotros que cumplamos, a quienes estamos instalados, identificados y monitoreados en cada operación”.
Respecto del crecimiento de las ventas, el empresario estimó que a fin de año se habrán vendido alrededor de 1,2 millones de unidades usadas, lo que implica entre un 15 y un 20 por ciento más que el año pasado, con una mayor proporción de venta de vehículos con precios de entre 15 mil y 20 mil pesos.
El titular de la Cámara de Comercio Automotor señaló que los precios de los vehículos usados aumentaron impulsados por “la demanda sostenida y el incremento de los precios de los cero kilómetro, que se están acomodando a los precios internacionales”.
También hizo notar que la mayoría de las ventas –cerca del 80 por ciento- se produce al contado o con la entrega de un usado y dinero en efectivo, cuando en la década del 90 el mismo porcentaje correspondía a ventas financiadas.
“Los bancos ofrecen servicios, pero la voluntad de comprador de tomarlos no existe. Después de la crisis de 2001, hay cierta timidez en afectar el salario a la obligación de una cuota”, evaluó.