20 de abril de 2024
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Daniel Arroyo, secretario de Políticas Sociales
"Queremos que todo argentino pueda obtener un empleo"
El funcionario calculó que a fines del 2007 habrá menos de 400 mil planes Jefes. También defendió la frontalidad de Kirchner y dijo que se trabaja mucho con la Iglesia
3 de octubre de 2006
“En la Argentina, toda la población es empleable. No trabajamos con la idea de que hay un sector que es inempleable y que va a quedar a un costado, sino que todos son empleables desde la capacitación y la evaluación del perfil productivo de cada región”, señaló Arroyo.
Con esa línea de gestión, el Ministerio de Desarrollo Social viene trabajando en el fortalecimiento del Plan Familias, que involucra un subsidio variable según la cantidad de hijos, con obligación de seguimiento en salud y escolar; y el Seguro de Capacitación para avanzar en la inserción laboral.
A esos programas se están transfiriendo voluntariamente los beneficiarios del Plan Jefes y Jefas de Hogar, que actualmente asiste a de 1,3 millones de personas.
“A fines de 2007, el Plan Jefes va a quedar con entre 300 mil y 400 mil personas. Tendremos entonces 500 mil personas en el Plan Familias, que está orientado a la pobreza estructural y que sí va a tener larga duración en el país”, subrayó Arroyo en una entrevista con el programa Asteriscos, por Canal Metro.
Agregó que otro segmento de beneficiarios del Plan Jefes se traspasa “en forma gradual” al Seguro de Empleo, con el objetivo de que “sea sustentable y no crear parches. Se trata de avanzar en un buen seguro para capacitar gente y en un plan de largo plazo para las familias vulnerables con el plan Familias”.
Arroyo puntualizó que el 10 por ciento de desempleo actual agrupa al “sector más duro, que hace más tiempo que está fuera del mercado laboral y que vivieron el cambio tecnológico fuera” del sistema de trabajo, y los jóvenes que nunca entraron al mercado laboral y destacó que a esos sectores “va dirigido el aumento de presupuesto” de la cartera, que para el año próximo alcanza a un 44 por ciento.
Sobre las fricciones entre el presidente Néstor Kirchner y la Iglesia, Arroyo sostuvo que “no tienen repercusión sobre la gestión. De hecho, con Cáritas y con las organizaciones eclesiásticas trabajamos cada vez con más programas”.
“Sucede que tenemos un presidente que dice exactamente lo que piensa y eso es un giro respecto del modelo histórico en la Argentina donde, por lo general, la política era más hermética. Es un modelo al que nos vamos a ir acostumbrando en la Argentina, con actores políticos que plantean lo que consideren adecuado ante la cámaras y eso abre más el juego en la relación entre el Estado y la sociedad”, subrayó.