La titular del Centro de Educación al Consumidor se mostró escéptica sobre el resultado de la SúperCard lanzada por Guillermo Moreno y los supermercadistas.

Esto dijo a Asteriscos AM:

“Esta tarjeta no contribuye en nada a los compradores, por la Supercard hay una pelea de intereses entre dos grandes grupos, por un lado los hipermercadistas y por otro lado los bancos, y ahora se sumo como actor social los supermercados chinos, cada uno intenta sacar su tajada.”

“Son muchos millones de pesos mensuales, que es este famoso 2% de comisión que quedaría libre del cobro, porque del 3 pasaría al 1, y estos millones quedan en manos de los supermercados y no de los bancos, por eso el conflicto, pero no significa que el usuario va a tener algún tipo de beneficio.”

“Por ahí sacarla es muy fácil ya que solamente requerís el recibo de sueldo, un servicio a nombre tuyo y el DNI, pero no significa que tenga un beneficio el usuario. Además, ¿los descuentos que están haciendo actualmente los supermercados se van a trasladar a la Supercard? ¿A partir de cuándo?”

“La tasa de interés que cobra las tarjetas es revolucionario dijo María Colombo, porque es el 22% anual cuando las tarjetas cobran el 44, pero la pregunta es ¿Cuál es el costo financiero total? Hay una diferencia muy grande entre la tasa de interés del 22% y el costo financiero total que es la suma de los gastos de tarjeta, los administrativos, seguro, cobranza y eso muchas veces duplica el valor de un interés.”

“Durante los meses de noviembre, diciembre y enero, las grandes marcas de supermercados y electrodomésticos se hicieron un buen colchón aumentando los precios, puede ser que en algún momento se haya filtrado que iba a haber un congelamiento de precios porque se apuraron en aumentar los precios excesivamente, luego se firmó un acuerdo y ahora le regalan a los supermercadistas este 2% a través de la supercard.”

“Es una tarjeta más que se vuelca al mercado con mucho marketing, donde el gran ganador es Coto, no sé cuál es la gran novedad, una medida realmente revolucionaria sería bajar los intereses y el costo financiero total de las tarjetas que ya funcionan en los supermercados”.