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Por Alejandro Ramírez
Intransigencia
9 de mayo de 2008
Según el diccionario de la Real Academia Española INTRANSIGENCIA es la condición de quién no transige o no se presta a transigir.
Y transigir es consentir en parte con lo que no se cree justo, razonable o verdadero, a fin de acabar con una diferencia. Otra acepción dice que es ajustar algún punto dudoso o litigioso, conviniendo las partes voluntariamente en algún medio que componga y parta la diferencia de la disputa.
Como podemos apreciar, INTRANSIGENCIA es el término justo e ideal para definir la actual situación que se está viviendo en la relación campo-gobierno/gobierno-campo. Porque ninguna de las partes busca en la razón la posibilidad de llegar a un acuerdo. Nadie quiere componer y partir las diferencia de esta disputa. Todos intentan buscar que el otro “afloje” en su postura, sin darse verdadera cuenta de los riesgos que se están corriendo.
Una frase que habitualmente decía mi padre era: “Que recular no es de cobardes, ni hacerse el guapo es de valientes. Que lo importantes es ser inteligente”. Y por algo los chinos le prestan mucha atención a la gente mayor y sus enseñanzas, porque la sabiduría de los años sirven para tener claridad sobre ciertas circunstancias y como poder resolverlas.
Lamentablemente, en la actual postura que se autoimpusieron las partes, es muy difícil que se llegue a un buen resultado. Cuando se habla de que en una negociación las dos partes algo tienen que ceder y las dos partes algo tienen que ganar, vamos yendo a un final en donde todos van a perder. O mejor dicho, TODOS VAMOS A PERDER. Porque la situación se está tornando tan complicada, que no solamente perderán los hombres de campo y el gobierno, sino todos aquellos que vivimos en esta bendita Argentina. El parate comercial, el corte de la cadena de pagos, la falta de compras/ventas del sector agropecuario, la cancelación de las exportaciones, la imposibilidad de realizar importaciones, están llevando al país (y sus habitantes) a un abismo que creíamos lejano, pero que día a día se acerca a pasos agigantados. Por estos días están los que opinan a favor de unos y de otros. Entiendo que es momento de demostrar responsabilidad, cordura y sentido común e intentar que todos aportemos soluciones positivas, y no comentarios destructivos y aviesos. Lamentablemente, los argentinos estamos metidos en un brete. Y como bien lo saben los hombres de campo, cuando se mete a un animal en un brete, no hay forma de que vuelva para atrás. La única salida es ir para adelante.
Quizás esta modesta metáfora sirva para que algunos dirigentes (de cualquiera de los dos lados) entiendan por donde pasa la salida a esta triste y absurda situación en que nos han metido.
La Argentina tiene todas las posibilidades de ser el gran supermercado de comidas del mundo. ¿Una vez más vamos a perderla?
Y transigir es consentir en parte con lo que no se cree justo, razonable o verdadero, a fin de acabar con una diferencia. Otra acepción dice que es ajustar algún punto dudoso o litigioso, conviniendo las partes voluntariamente en algún medio que componga y parta la diferencia de la disputa.
Como podemos apreciar, INTRANSIGENCIA es el término justo e ideal para definir la actual situación que se está viviendo en la relación campo-gobierno/gobierno-campo. Porque ninguna de las partes busca en la razón la posibilidad de llegar a un acuerdo. Nadie quiere componer y partir las diferencia de esta disputa. Todos intentan buscar que el otro “afloje” en su postura, sin darse verdadera cuenta de los riesgos que se están corriendo.
Una frase que habitualmente decía mi padre era: “Que recular no es de cobardes, ni hacerse el guapo es de valientes. Que lo importantes es ser inteligente”. Y por algo los chinos le prestan mucha atención a la gente mayor y sus enseñanzas, porque la sabiduría de los años sirven para tener claridad sobre ciertas circunstancias y como poder resolverlas.
Lamentablemente, en la actual postura que se autoimpusieron las partes, es muy difícil que se llegue a un buen resultado. Cuando se habla de que en una negociación las dos partes algo tienen que ceder y las dos partes algo tienen que ganar, vamos yendo a un final en donde todos van a perder. O mejor dicho, TODOS VAMOS A PERDER. Porque la situación se está tornando tan complicada, que no solamente perderán los hombres de campo y el gobierno, sino todos aquellos que vivimos en esta bendita Argentina. El parate comercial, el corte de la cadena de pagos, la falta de compras/ventas del sector agropecuario, la cancelación de las exportaciones, la imposibilidad de realizar importaciones, están llevando al país (y sus habitantes) a un abismo que creíamos lejano, pero que día a día se acerca a pasos agigantados. Por estos días están los que opinan a favor de unos y de otros. Entiendo que es momento de demostrar responsabilidad, cordura y sentido común e intentar que todos aportemos soluciones positivas, y no comentarios destructivos y aviesos. Lamentablemente, los argentinos estamos metidos en un brete. Y como bien lo saben los hombres de campo, cuando se mete a un animal en un brete, no hay forma de que vuelva para atrás. La única salida es ir para adelante.
Quizás esta modesta metáfora sirva para que algunos dirigentes (de cualquiera de los dos lados) entiendan por donde pasa la salida a esta triste y absurda situación en que nos han metido.
La Argentina tiene todas las posibilidades de ser el gran supermercado de comidas del mundo. ¿Una vez más vamos a perderla?