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Por Daniel Arroyo
Una nueva etapa para la política social
El viceministro de Desarrollo Social destacó que la pobreza bajó del 57 al 34 %, y la indigencia del 25 al 12 %. Pero admite que la situación "sigue siendo apremiante"
1 de junio de 2006
En los últimos tres años, los indicadores de pobreza en Argentina han caído de un 57% a un 34%, y la indigencia se ha reducido de un 25% a un 12%. De todas formas, la situación sigue siendo apremiante y es necesario continuar con la implementación de políticas públicas que generen condiciones para aumentar los ingresos de las familias.
Junto al desarrollo del Plan “El Hambre Más Urgente”, que llega a más de cuatro millones de personas con asistencia alimentaria y capacitación, especialmente en temas vinculados con el desarrollo infantil, en los últimos meses se han efectuado cambios en los programas de ingresos nacionales.
Las modificaciones generadas en el Plan Jefas y Jefes de Hogar apuntan, por un lado, a fortalecer la capacitación y el entrenamiento laboral de los sectores desocupados a través del nuevo Seguro de Capacitación y Empleo; y por otro a garantizar, por medio del Plan “Familias”, que todos los niños de las familias más vulnerables continúen dentro del sistema escolar y realicen controles de salud de forma periódica.
Así, se apunta claramente a quebrar la reproducción intergeneracional de la pobreza. Ambos programas, además, significarán una mejora en los montos percibidos por sus destinatarios.
Este año se destinarán 400 millones de pesos para el financiamiento y puesta en marcha de emprendimientos productivos. Hasta aquí el Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social, “Manos a la Obra”, ha financiado la capacitación y entrega herramientas, materiales, insumos, bienes de capital y crédito para poner en marcha más de 54 mil proyectos productivos en todo el país, llegando a medio millón de productores.
También este año hemos firmado un convenio con el Instituto de Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), que posibilitará que todos los emprendedores de la economía social puedan certificar la calidad de sus proyectos productivos.
La implementación de este sistema permitirá aumentar los ingresos de los pequeños productores, ya que podrán vender sus productos con el valor agregado que brinda la certificación otorgada por el IRAM.
Más allá de cifras, el principal logro en el área social en los tres años de la gestión encabezada por el presidente Néstor Kirchner pasa por haber provocado un cambio en el paradigma de la política social en Argentina, por haber reorientado la idea del desarrollo social hacia el trabajo y la producción.
Y es un cambio que va a perdurar, que se va a consolidar como política de Estado, porque hoy a nivel político dirigencial, en los empresarios, en las organizaciones sociales, está instalada la idea de que el eje pasa por producción y trabajo.
Junto al desarrollo del Plan “El Hambre Más Urgente”, que llega a más de cuatro millones de personas con asistencia alimentaria y capacitación, especialmente en temas vinculados con el desarrollo infantil, en los últimos meses se han efectuado cambios en los programas de ingresos nacionales.
Las modificaciones generadas en el Plan Jefas y Jefes de Hogar apuntan, por un lado, a fortalecer la capacitación y el entrenamiento laboral de los sectores desocupados a través del nuevo Seguro de Capacitación y Empleo; y por otro a garantizar, por medio del Plan “Familias”, que todos los niños de las familias más vulnerables continúen dentro del sistema escolar y realicen controles de salud de forma periódica.
Así, se apunta claramente a quebrar la reproducción intergeneracional de la pobreza. Ambos programas, además, significarán una mejora en los montos percibidos por sus destinatarios.
Este año se destinarán 400 millones de pesos para el financiamiento y puesta en marcha de emprendimientos productivos. Hasta aquí el Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social, “Manos a la Obra”, ha financiado la capacitación y entrega herramientas, materiales, insumos, bienes de capital y crédito para poner en marcha más de 54 mil proyectos productivos en todo el país, llegando a medio millón de productores.
También este año hemos firmado un convenio con el Instituto de Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), que posibilitará que todos los emprendedores de la economía social puedan certificar la calidad de sus proyectos productivos.
La implementación de este sistema permitirá aumentar los ingresos de los pequeños productores, ya que podrán vender sus productos con el valor agregado que brinda la certificación otorgada por el IRAM.
Más allá de cifras, el principal logro en el área social en los tres años de la gestión encabezada por el presidente Néstor Kirchner pasa por haber provocado un cambio en el paradigma de la política social en Argentina, por haber reorientado la idea del desarrollo social hacia el trabajo y la producción.
Y es un cambio que va a perdurar, que se va a consolidar como política de Estado, porque hoy a nivel político dirigencial, en los empresarios, en las organizaciones sociales, está instalada la idea de que el eje pasa por producción y trabajo.