La ex primera ministra paquistaní y líder de la oposición Benazir Bhutto, de 54
años, fue asesinada hoy en un atentado suicida en el que murieron otras 16 personas, sumergiendo al país en una profunda incertidumbre a menos de dos semanas de las legislativas.

Un kamikaze le hizo un disparo en el cuello antes de hacer detonar la bomba que llevaba consigo en medio de la multitud que comenzaba a dispersarse tras asistir a un acto político en Rawalpindi, suburbios de Islamabad.

"El atacante le disparó y se hizo explotar", afirmó un oficial de policía que declinó identificarse.

"Fue un ataque suicida", confirmó por su parte el portavoz del ministerio del Interior paquistaní, Javed Cheema.

El atentado se produjo cuando Bhutto se desplazaba desde la tribuna hacia su vehículo, precisó su portavoz, Farhatullah Babar, en declaraciones a la televisión.

Gravemente herida, la dirigente opositora fue inmediatamente trasladada a un hospital, donde falleció poco después. Se ignora si la causa del deceso fue el disparo o la bomba.

El drama ocurrió dos meses después de su regreso a Pakistán y 15 días antes de las elecciones legislativas y provinciales del 8 de enero.

Entre los muertos figuran el kamikaze y 15 personas que asistían al mitin.

Al menos otras 56 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a diversos hospitales, según un responsable de los servicios de auxilio.

Un periodista de la AFP presente en el lugar de la tragedia dijo que había visto numerosos muertos y otras personas que parecían en muy mal estado debido a la fuerte explosión.

Cuerpos despedazados por el efecto devastador de la bomba yacían en la calle tras el atentado y había numerosos heridos, dijo el periodista de la AFP.

Poco después de conocerse la noticia estallaron disturbios en varias ciudades, sobre todo en Peshawar (noroeste).