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Tommy Robredo ganó el ATP de Buenos Aires
En un intenso partido el español le ganó a Juan Mónaco por 7-5, 2-6 y 7-6 con un tie brek de 7-5. El partido estuvo suspendido más de una hora por la lluvia
22 de febrero de 2009
En un partido lleno de variantes y con mucho nervio, el español Tommy Robredo derrotó a Juan Mónaco en la final de la Copa Telmex de Buenos Aires en tres set inolvidables.

El español que hizo doblete tras ganar el torneo de Costa da Sauipe en brasil la semana pasada, vecnió al argentino por 7-5, 2-6 y 7-6 con una definición de tie brek de 7-5 para el nuevo campeón de Argentina.

El partido fue intenso y cambiante y tuvo a Mónaco como gran protagonista y muy cerca de alzarse con el triufo que finalmente, por errores y un cansancio físico del argentino, terminó favoreciendo a Robredo que mostró un gran nivel.

El partido estuvo suspendido por más de una hora producto de la lluvia que azotó en Buenos Aires Lawn Tennis durante el cotejo que se debió detener al inicio del segundo set cuando Mónaco ganaba 1 a 0.

El primer chico fue parejo, pero el juego más regular del español le alcanzó para imponerse en los momentos decisivos y ganarlo 7-5.

El en segundo, y especialmente en la reanudación, "Pico" demostró un excelente nivel, el mismo que exhibió cuando derotó en semifinales a daid nalbandian y aplastó a su riva con un categórico 6-2.

Con ese ritmo empezó el set final y todo parecía que sería del tandilense más aún cuando quebró el saque de Robredo y se puso 3 a 0.

Sin embargo estando 3 a 1 y 40 a 15 en el quinto game perdió su saque y tuvo un bajón que le sirvió la juego sólido de Robredo quien recueperó terreno y emparejó las acciones.

De allí en más todo fue "palo y palo" y así llegaron al tie brek donde fue el español que sacó ventajas para quedarse sin transpirar más con el título y se colocó 6-2.

Allí surgió el fuego de Mónaco que no se entrega fácil y achicó la distancia a 6-5, pero en ese minuto final el ex top ten tuvo la mente fría para quedarse con un nuevo título en su carrera profesional.

Para Mónaco fue una excelente experiencia, no solo por alcanzar la final, eliminar al favorito Nalbandian y sobre todo recuperar el buen nivel de su juego, que se había perdido en los últimos tiempos.