Tras destacar el respeto que tiene por Marcelo Gallardo y confiar que lo tomó "como uno de los modelos" de donde sacó muchas cosas para después trasmitir a otros jugadores, el director técnico de River, Angel Cappa, admitió que había acordado ponerlo "unos minutos para despedirse como se merece, dentro de la cancha", lo cual finalmente no hizo.

"Es que lo que suponíamos sería una fiesta para regalársela a él resulta que se convirtió en una situación inesperada, en un baño de agua fría, y no me pareció oportuno hacerlo participar a Marcelo de esa goleada en contra", contó Cappa en su blog.

"No creí -sostuvo Cappa- que fuera lo mejor en su último partido en River tener que vivir algo tan desagradable y preferí dejarlo al margen y que todos nos quedemos con el acto que se hizo al comienzo", cuando se lo homenajeó con una plaqueta que le entregó el presidente del club, Daniel Passarella.

Sin embargo, Cappa hizo una autocrítica al señalar: "Al ver que muchos de ustedes hubieran deseado verlo en la cancha de todos modos, pienso que es posible que me haya equivocado. En ese caso pido disculpas, pero quiero que sepan cuáles fueron mis intenciones".

Sin dar nombres, Cappa se despidió asegurando que está tratando con la directiva "acercar a River los refuerzos necesarios" para poder aspirar a lo máximo, "como le corresponde al club más importante de este país y uno de los más importantes del mundo".