El gobierno británico consideró "contraproducente" la pretensión argentina de reducir las importaciones desde Gran Bretaña y acusó a la administración de Cristina Kirchner de sostener una "política de la confrontación" respecto de las Islas Malvinas.

Voceros del primer ministro británico, David Cameron, consideraron que la determinación del gobierno de Cristina Kirchner lo único que hace es "aumentar la tensión" bilateral.

El gobierno nacional sondeó a empresarios a través de la ministra de Industria, Débora Georgi, para reemplazar las importaciones del Reino Unido por productos de otras nacionalidades.

"Claramente es muy triste que Argentina continúe con su política de confrontación en lugar de cooperación. Hay una mala interpretación de la determinación británica sobre este asunto", señalaron voceros de Cameron.

"El Reino Unido es también un inversor principal en Argentina y nosotros importamos productos de Argentina. No va en favor de los intereses económicos de Argentina establecer barreras de ese tipo", advirtieron.