En las primeras imagenes difundidas dese el Vaticano mostraron un cálido encuentro entre el papa Francisco y la presidenta Cristina Fernández, que incluyó regalos y palabras afectuosas.

La jefa de Estado le entregó de regalo un equipo de mate de calabaza con bombilla, yerbera y azucarera "hecha por trabajadores argentinos".

También le regaló un poncho artesanal. "Recuerdo haberlo visto con su ponchito por allá", le dijo la mandataria.

Por su parte, el Sumo Pontífice entregó a Cristina Kirchner una mayólica con imágenes de la Plaza San Pedro.

En un momento Cristina quiso poner su mano en el brazo de Francisco y allí se dio cuenta que el protocolo no le permite y dijo claramente: "Ay, perdon no puedo tocar al Papa".

Francisco sonrió y rompió una vez más el protocolo y le dio un beso en la mejilla a la jefa de Estado.

"Nunca me había besado un Papa", ha dicho Cristina Fernández, luego de saludar a quien hasta unos dias era el arzobispo de Buenos Aires. "Después nos tomamos unos mates", le contestó el Papa.