A pocas horas de inaugurar el Festival de Cannes con muy buenas criticas, llega a los cines argentino uno de los estrenos más esperados del año, "El Gran Gatsby" una nueva adaptación del libro homónimo de Francis Scott Fitzgerald, con la actuación protagonico de Leonardo DiCaprio y la dirección del australiano Baz Luhrmann.

La nueva propuesta del clásico que tuvo una gran versión en los setenta con Robert Refort y Mía Farrow, cuenta la historia del joven millonario del título del que se desconoce el origen de su fortuna, y que en ese escenario, más allá de las fiestas y demás eventos, él anhela reunirse con la que fue el amor de su vida.

El elenco, además de DiCaprio, la película cuenta con Tobey Maguire y Carey Mulligan, sla Fisher, Joel Edgerton, Jason Clarke, Adelaide Clemens, y la dirección del realizador de la recordada "Moulin Rouge".

En su estreno en Cannes deslumbró pero no termino de convencer a los especialistas, aunque logra el cometido de ser atracción como en todas partes del mundo.

El film, que se estrenó en EE.UU. el fin de semana con críticas mezcladas ya recaudó US$ 51 millones, posee el suficiente vértigo y frenesí como para emparentarla con el trasfondo histórico en que el autor americano situó el auge y caída de su héroe. Es decir, los furiosos años 20. Sin embargo, el mito del sueño americano, tan presente en la novela, no se aprecia en el filme.

Una de las caracteristica de esta versión es su realización en 3D que le da al despliegue de bailes, música, fiestas, colores fuertes, una imagen deliberadamente artificial y así cumple el efecto de ser triplemente desproporcionado.

La historia de este millonario enigmático tiene en manos del realizador australiano una curiosa vuelta de tuerca: Nick Carraway (Tobey Maguire), el narrador y amigo de Gatsby, es más que un simple espectador de la tragedia.