El ministro de Economía, Axel Kicillog, recurrió otra vez al habitual secretismo kirchnerista para evitar dar precisiones sobre el acuerdo con la petrolera española Repsol, amparándose en leyes del mercado, no de la República Argentina.

Pero en el sector financiero ya empezaron a hacer cálculos y llegaron a la conclusión de que la indeminización costará entre un 50 y un 60 por ciento más de los 5.000 millones de dólares que hizo correr el gobierno.

La indemnización por expropiar el 51% de las acciones de YPF le terminará costando al Estado un total de US$ 8.000 millones.

Es por el impacto de las tasas de interés sobre los bonos que se entregarán como pago. En una negociación entre los gobiernos de Argentina, España y México, se definió una indemnización para Repsol de US$ 5.000 millones, a pagar en bonos de la deuda. Estos serán a 10 años de plazo, con una tasa de entre 8,25 y 8,75 por ciento.

Los bonos tendrán un período de gracia de entre 2 y 4 años. Esto es, durante ese período el Gobierno no tendrá que hacer amortizaciones de capital ni pago de intereses.

Pero durante ese período, además, Repsol no los podría vender. Es por eso que la petrolera española ha insistido tanto en que quiere activos que sean “líquidos”, de rápida realización.