La gobernador bonaerense electa, María Eugenia Vidal, ya empieza a padecer la furia de los derrotados en octubre.
Vidal responsabilizó a Daniel Scioli y al actual intendente de Merlo, Raúl Othacehé, por la toma de tierras en el municipio, por parte de más de tres mil familias.

"No es la primera toma que me toca enfrentar, hoy es responsabilidad del gobernador y el intendente", dijo la mandataria electa de Cambiemos.

Calificó de "síntoma de fin de ciclo" no sólo la toma, sino también los nombramientos y pase a planta permanente en algunos municipios bonaerenses como el propio Merlo y Malvinas Argentinas.

"Es un síntoma de algo que se termina, una manera de hacer política a la que la gente le está diciendo que no y nosotros vamos a ser coherentes con lo que le propusimos a la gente, un Estado al servicio de ellos", sentenció.

"Hay algunos que creen que de esta manera pueden obstaculizar lo que viene, el cambio es imparable", advirtió Vidal. Para complicar más el escenario, en el kirchnerismo crece la interna entre el derrotado Othacehé y el intendente electo Gustavo Menéndez, quienes se responsabilizan mútuamente por la usurpación de tierras.