Antes de ser atrapados, los dos sicarios condenados por el triple crimen que seguían prófugos se hicieron tiempo de tomar otro rehén.

Se trata de Martín Franco, el rehén de Christian Lanatta y Víctor Schillaci, aseguró en diálogo con C5N que los exprófugos estaban armados y le pidieron agua y comida. Además, en comunicación con Radio 10, el rehén sostuvo que los delincuentes le "preguntaron cómo llegar a Paraguay".

"Yo tenía miedo de ir a trabajar porque cerca de ahí habían capturado a Martín Lanatta", aseguró. Y continuó: "Fui acompañado por Diego Nasimbera, fue el primer agente que tuvo contacto con ellos y los detuvo".

Franco dijo que al "ir a trabajar al arrocero" los acusados lo sorprendieron. "Ellos me toman de sorpresa, abro la puerta y me agarran", aseguró. "Al rato me agarraron de rehén, me pedían agua y comida", agregó.

El rehén afirmó que los delincuentes tenían un arma 9 milímetros y que le repetían "que colabore, que necesitaban agua y comida". "Me hice el tonto, como que no sabía, pero me decían 'no te hagas el tonto, vos sabés quiénes somos'", finalizó.