Otra genialidad de la cantera inagotable de Lionel Messi. En la goleada por 6-1 que Barcelona le dio a Celta en el Camp Nou por la Liga española, Messi no sólo fue la figura, sino que ofreció una genialidad cuanto menos inesperada.

Con el marcador 3-1, el argentino se dispuso a patear un penal. Pero en lugar de elegir un rincón, y para sorpresa de todos, tocó para un costado y asistió a Luis Suárez, que anotó el cuarto tanto blaugrana. El gol fue válido porque Suárez, en el momento de hacerse el pase, está detrás de la línea de la pelota, por lo cual está habilitado. Si bien no es una ejecución habitual, tiene sus antecedentes, como un penal que del legendario Johan Cruyff en 1982 para Ajax.