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Se viene aumento en electricidad: buscan achicar subsidios
Todavía destina unos $ 90.000 millones, alrededor del 65% del costo de la energía eléctrica. Este viernes se realizará la primera de las audiencias
24 de octubre de 2016
Este viernes se realizará la primera de las audiencias públicas para aplicar un aumento en las tarifas de electricidad.
Allí se discutirá el margen de rentabilidad que reclaman las distribuidoras de Buenos Aires para prestar sus servicios.
La segunda, prevista para diciembre, será sobre los precios mayoristas de la energía.
Una factura se compone de tres partes: el costo de la energía eléctrica (40%), el servicio prestado por la empresa que la lleva a hogares y comercios (casi otro 30%) y los impuestos (el resto). Para una factura de $ 250 mensuales ($ 500 bimestrales), las distribuidoras pedirán que les dejen cobrar $ 80 mensuales más desde 2017, lo cual representa aproximadamente un tercio de la factura, informa Clarín.
El grueso -el precio mayorista de la electricidad- está por el nivel de subsidios del Estado nacional.
Así, aún con los aumentos, se sigue subvencionando más del 65% del costo de la energía eléctrica en el país.
Son $ 90.000 millones, o US$ 5.800 millones. Es el dinero que sale del presupuesto para que las facturas no suban más. Con la administración kirchnerista, ese subsidio rozaba los US$ 10.000 millones.
Si el Estado nacional decide bajar las subvenciones públicas al precio mayorista de la electricidad, eso se trasladará a los consumidores.
El Ministerio de Energía planteará esos números recién en diciembre.
Realizará una audiencia pública nacional sobre los precios del transporte eléctrico, pero también exhibirá allí las proyecciones de subsidios a la generación eléctrica.
Una vez que todos sepan cuánto pagarán por la energía, las distribuidoras de todo el país estarán en condiciones de planificar sus tarifas para 2017.
Si se toma el gas como indicador, el Gobierno debería buscar ir disminuyendo el gasto público. En 2016, el Estado ahorró US$ 4.000 millones ($ 60.000 millones) en generación eléctrica con respecto a lo que le dejó el kirchnerismo.
Para 2017, las empresas estiman que el oficialismo tratará de remover subsidios por otros US$ 1.000 millones ($ 15.000 millones).
El Poder Ejecutivo supone que menor intervención estatal en la fijación de precios tendrá como contrapartida una mayor inversión privada en generación. Y que esa situación ayudará a arreglar el peor descalabro energético desde fines de los 80.
Allí se discutirá el margen de rentabilidad que reclaman las distribuidoras de Buenos Aires para prestar sus servicios.
La segunda, prevista para diciembre, será sobre los precios mayoristas de la energía.
Una factura se compone de tres partes: el costo de la energía eléctrica (40%), el servicio prestado por la empresa que la lleva a hogares y comercios (casi otro 30%) y los impuestos (el resto). Para una factura de $ 250 mensuales ($ 500 bimestrales), las distribuidoras pedirán que les dejen cobrar $ 80 mensuales más desde 2017, lo cual representa aproximadamente un tercio de la factura, informa Clarín.
El grueso -el precio mayorista de la electricidad- está por el nivel de subsidios del Estado nacional.
Así, aún con los aumentos, se sigue subvencionando más del 65% del costo de la energía eléctrica en el país.
Son $ 90.000 millones, o US$ 5.800 millones. Es el dinero que sale del presupuesto para que las facturas no suban más. Con la administración kirchnerista, ese subsidio rozaba los US$ 10.000 millones.
Si el Estado nacional decide bajar las subvenciones públicas al precio mayorista de la electricidad, eso se trasladará a los consumidores.
El Ministerio de Energía planteará esos números recién en diciembre.
Realizará una audiencia pública nacional sobre los precios del transporte eléctrico, pero también exhibirá allí las proyecciones de subsidios a la generación eléctrica.
Una vez que todos sepan cuánto pagarán por la energía, las distribuidoras de todo el país estarán en condiciones de planificar sus tarifas para 2017.
Si se toma el gas como indicador, el Gobierno debería buscar ir disminuyendo el gasto público. En 2016, el Estado ahorró US$ 4.000 millones ($ 60.000 millones) en generación eléctrica con respecto a lo que le dejó el kirchnerismo.
Para 2017, las empresas estiman que el oficialismo tratará de remover subsidios por otros US$ 1.000 millones ($ 15.000 millones).
El Poder Ejecutivo supone que menor intervención estatal en la fijación de precios tendrá como contrapartida una mayor inversión privada en generación. Y que esa situación ayudará a arreglar el peor descalabro energético desde fines de los 80.