Con el desafío de afianzar la relación bilateral, avanzar en la agenda política común e intentar superar algunos conflictos comerciales que complican las exportaciones agroindustriales argentinas, el presidente Mauricio Macri mantiene su cita con Donald Trump.

El presidente arribó en la tade del miércoles Washington para su encuentro cara a cara con el mandatario norteamericano en la Casa Blanca.

También prevé reunirse con influyentes empresarios de la Cámara de Comercio norteamericana.

La cumbre se inscribe como instancia clave en el objetivo del gobierno argentino de darle continuidad a la agenda bilateral sellada con la gestión anterior de Barack Obama y a la par hacerse de algún guiño político de la administración norteamericana para potenciar definiciones sobre el comercio bilateral, como la reactivación de las ventas de biodiésel y limones, paralizadas desde marzo, y el retorno de la Argentina al Sistema General de Preferencias de EE.UU.

Macri recibió con optimismo una primera señal de la gestión Trump: el anticipo de que se oficializará la incorporación de la Argentina al Programa Global Emptry, destinado a flexibilizar los requisitos para el ingreso de ciudadanos argentinos al territorio norteamericano.

Macri junto a Juliana Awada se alojó en la Blair House, una mansión histórica frente a la Casa Blanca en la que suelen hospedarse los jefes de Estado extranjeros y los presidentes electos de EE.UU. en la noche previa a su asunción.

El mandatario viajó acompañado también por los ministros de Producción, Francisco Cabrera, y de Energía, Juan José Aranguren, el vocero presidencial Iván Pavlovsky y el senador y dirigente sindical petrolero Guillermo Pereyra.

En Washington se sumaron a la comitiva el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la canciller Susana Malcorra, el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el encargado de Negocios de la Embajada argentina, Sergio Pérez Gunella, que suplanta al renunciado Martín Lousteau hasta la designación del nuevo embajador.

Si bien, más allá del Global Emptry, no se aguardan definiciones concretas sobre las cuestiones más polémicas en materia comercial, en el gobierno argentino se mostraban entusiasmados con sus efectos en el mediano plazo. "Tienen un vínculo personal que posibilita un diálogo más abierto y que representa una gran oportunidad", indicaron cerca del jefe de Estado. Posteriormente ambos mantendrán un almuerzo de trabajo al que se sumarán Peña, Malcorra, Aranguren, Cabrera, Pompeo y Pérez Gunella, por el Ejecutivo argentino, y por la administración estadounidense, el vicepresidente Mike Pence; el secretario de Estado, Rex Tillerson; el secretario de Comercio, Wilbur Ross; el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, entre otros funcionarios. La agenda de ese encuentro fue convenida de antemano ayer en una charla personal de Peña con Priebus, señalaron fuentes de la delegación argentina.

Sin conferencia de prensa prevista tras la visita a la Casa Blanca, Macri participará de una reunión en la sede del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) junto a las autoridades de esa entidad, encabezadas por John Hamer, y los titulares del Inter-American Dialogue, Michael Shifter, y de Brooking Institutions, Strobe Talbott, además del intelectual de las relaciones internacionales, Zbigniew Brzezinski.

Desde allí el mandatario se dirigirá al Capitolio, donde mantendrá primero un encuentro con un grupo de senadores norteamericanos como Mitch McConnell (Kentucky), líder de la mayoría parlamentaria; Charles Schumer (Nueva York), líder por la minoría; y luego se reunirá con los miembros de la Cámara de Representantes Paul Ryan (Wisconsin); Kevin McCarthy (California) y Nancy Pelosi (California).

La actividad oficial del Presidente aquí culminará con otra cita relevante. Un encuentro en el Hotel Four Seasons con los CEOs de las principales empresas norteamericanas y un discurso ante más de 250 ejecutivos de compañías agrupadas en la Cámara de Comercio de Estados Unidos. La presencia de Macri ante ese auditorio es considerada un gesto destinado a "darle continuidad a los múltiples acuerdos que se desarrollaron el año pasado entre los gobiernos de ambos países", destacaron voceros del sector ante El Cronista.

Para la administración de Cambiemos se trata de una jornada clave en su apuesta de potenciar oportunidades para el desarrollo de nuevas inversiones en la Argentina.