Bajo denuncias de todo tipo, la provincia de Corrientes definirá a su nuevo gobernador y por primera vez desde 1983 no habrá alguien de apellido Colombia entre los postulantes.
Lo hará en medio de acusaciones de clientelismo, trampas para intentar confundir a los electores con las boletas, denuncias de violación a la veda y por el armado del padrón.

La previa de la disputada elección a gobernador en esta provincia quedó cruzada por ese clima de sospechas agitado por los dirigentes de los dos principales espacios y replicado en las redes sociales.

Las imágenes con envoltorios con alpargatas y la boleta de Gustavo Valdés (Eco-Cambiemos), el radical apoyado por el gobernador Ricardo Colombi, iniciaron la saga de denuncias de clientelismo.

Enseguida aparecieron fotos de paquetes de yerba con la lista del peronista Carlos Espínola (Podemos Más), y desde los dos sectores argumentaron que se trataba de acusaciones falsas armadas por sus rivales. Aun así los camiones con mercaderías y colchones para repartir en barrios de bajos recursos circularon por la ciudad. Este domingo será difícil conseguir taxis y remises durante el horario habilitado para votar. Ambos frentes reservaron abundantes flotas para buscar y llevar a los correntinos a las escuelas.

La tarifa que cobrarán los conductores fue aumentando con el correr de las horas e irá de los $1.200 a los $1.500.

Acaso lo más llamativo resultó la intención de confundir a los electores en el cuarto oscuro. El oficialismo armó un frente llamado Cambio y Austeridad, con una boleta que resalta CAM y AU con la candidatura a gobernador de Valdés.

La contrapartida fue una maniobra de Sebastián Ríos Brisco, el tercer postulante, un ex dirigente del PRO al que Cambiemos acusa de trabajar para Espínola.

Armó la fórmula con Lorena Macri, buscó destacar ese apellido y también incluyó para otros cargos a Gustavo Valdez y a Marcelo Canteros, del mismo apellido que el candidato a vice oficialista.

Las boletas de “CAMAU” que postulan a Valdés no estarán en el cuarto oscuro, aunque el peronismo protestó porque fueron impresas y, según denunciaron, repartidas en estos días. Tampoco aparecerá Macri tan preponderante, el tamaño fue corregido, aunque en ese caso se mantendrán los apellidos cruzados. En ese contexto no podían faltar violaciones a la veda electoral. Colombi encabezó el viernes una conferencia de prensa convocada para las 7.30 y pasadas las 8 llamó a votar por Valdés. Más allá de la infracción por minutos, sus rivales patalearon por las menores posibilidades de hablar en los medios antes del inicio de la veda.

El oficialismo respondió con otra denuncia: aseguró que Espínola tomó espacios publicitarios correspondientes a las legislativas nacionales más allá del viernes.

Podemos Más aseguró en un comunicado que cerca de mil personas muertas siguen en el padrón y que en las elecciones municipales del 4 de junio una parte figuró como que había votado, por lo que entregará una lista a los fiscales para reforzar el control. La elección se presenta reñida entre los dos principales candidatos, aunque los referentes del oficialismo se mostraron con mayor confianza en las últimas horas y desde Eco-Cambiemos hicieron circular una encuesta con holgada diferencia a favor de Valdés, por más de 12 puntos.

Para imponerse en esta primera vuelta y evitar el balotage, el ganador tendrá que alcanzar el 45% o el 40% con más de 10 puntos de ventaja.