Con el fin de destrabar el conflicto comercial que mantiene el país con los Estados Unidos por la exportación de biodiésel, el presidente Mauricio Macri estaría a punto de firmar una resolución que impondría retenciones del 27%.

De esta manera, los productores locales perderían la ventaja de comprar soja barata (por las retención de entre el 30 y el 25%) y lograr un precio de exportación muy competitivo, según informaron altas fuentes oficiales al diario Clarín.

Días atrás, el Gobierno de Donald Trump, a través del Departamento de Comercio, impuso aranceles al biodiesel argentino de entre el 54% y 70%.

Para solucionar ese tema la Argentina envió a Washington una misión para negociar un atenuante.

Las exportaciones argentinas de biodiesel rozan los 2.000 millones de dólares. Y el sector ha realizado en los últimos años fuertes inversiones, sostenidas, en parte, en esa gran ventaja, ciertamente artificial, que les daba el diferencial de retenciones.

Ahora, si se confirma la imposición de retenciones al biodiesel, se extinguiría esa ventaja de los productores argentinos y debería afectar el negocio, o al menos obligar a los locales a afinar los números para mantenerse competitivos con reglas iguales para todos.