Aerolínas Argentinas anunció que eliminará la clase ejecutiva de sus vuelos de cabotaj y regionales a países limítrofes.

La iniciativa prevé la modificación de las cabinas de sus 31 Boeing 737-800, que actualmente tienen una capacidad de 170 asientos. Con los cambios, se sumarán entre 16 y 19 nuevas plazas, lo que implicaría un ahorro de 73 millones de dólares para la aerolínea de bandera.

"Esto equivale a haber comprado tres aviones nuevos, con la única inversión que nos demandará la nueva configuración", dijo el titular de Aerolíneas, Mario Dell'Acqua, durante una conferencia de prensa en Aeroparque, junto al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Además, el cambio también permitiría a la empresa hacer frente a la copetencia de las low cost en el mercado local, ofreciendo más asientos a un precio más competitivo.

"Actualmente, la clase ejecutiva solo tenía una demanda del 30% y la mayoría de los pasajeros que la utilizaban eran los que viajaban en forma corporativa", explicó Dell'Acqua.

En la misma línea, Peña afirmó que "había muchos pasajeros de la política, un sistema preferencial que no es correcto sobre todo cuando es subsidiado por todos los argentinos".

Dell'Acqua señaló que la inversión para cambiar los asientos será de 15 millones de dólares a lo largo de un año, a partir de julio. Las autoridades de la compañía prevén que sumarán alrededor de 500 lugares en los vuelos, lo que equivale a tres aviones extra o a un 10% más de pasajeros con la misma cantidad de aviones.