La exmandataria Cristina Fernández de Kirchner insistió con su reclamo en la Justicia para que se le restituya una de las asignaciones especiales que percibía del Estado.

La actual senadora pretende cobrar tanto la jubilación de expresidenta como la prestación que, por el mismo régimen especial, se derivó del fallecimiento del también expresidente Néstor Kirchner.

El pago de la primera de esas asignaciones (conocidas como de privilegio) fue suspendido en diciembre de 2016.

La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, firmó una resolución en la que intimó a la ex presidenta a "optar" por una de las dos jubilaciones que percibía.

Desde ese momneto, Kirchner dejó de percibir una de las dos jubilaciones y sólo se quedó con la que cobra como ex jefa de Estado, sobre la cual también pesa el descuento por el impuesto a las Ganancias.
Se trata de un beneficio de pago de $176.744 (neto) y la prestación suspendida fue de $180.520 (neto), que en promedio equivalen a 12 veces el haber jubilatorio y a 23 veces la jubilación mínima.

Pero en abril de 2017, Cristina Kirchner no resignó lo que cree que le corresponde y pidió la nulidad de la resolución que suspendió el pago.

La expresidenta sostiene que la suspensión del pago se trata de un "ataque patrimonial proveniente directa y visiblemente del Poder Ejecutivo", y la enmarca en una denuncia de persecución "política, judicial y mediática".

Y advierte que de no conseguir una respuesta favorable, recurrirá a organismos judiciales internacionales.