Luego de seis meses de obra y una inversión de poco menos de $44 millones, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, reabrieron este martes la Plaza de Mayo.

Los miles de transeúntes que a diario caminan por allí se encontrarán con un parque más ancho y con modificaciones que intentaron recuperar parte de la traza original de fines del siglo XIX.

Larreta destacó el "haber recuperado esta simbólica, céntrica y tan histórica Plaza de Mayo" y que "además recuperamos el espíritu que dejó el diseño de (Carlos) Thays, con el color blanco, con más espacio verde, con más amplitud para caminar en las veredas".

De esta manera, el eje central de tránsito peatonal quedó despejado, sin canteros en el medio y para "recuperar el espacio como plaza cívica". También se restauraron las cuatro fuentes.

Además, se restauró la Pirámide de Mayo, el primer monumento nacional construido para conmemorar el centenario de la revolución, y se integraron las cuatro estatuas que se encontraban en la Plazoleta San Francisco, que formaron parte del monumento hasta el año 1912.

"Esto va a beneficiar mucho toda la circulación de los vecinos de la Ciudad o quienes nos visitan por toda la zona céntrica", dijo el jefe de Gobierno de la Ciudad.

La puesta en valor de Plaza de Mayo sumó a la Ciudad 1.136 metros cuadrados de espacio verde.