Agustín Canapino tuvo un prometedor debut en el Indy Car Series en una accidentada carrera que se disputó en el circuito callejero de San Petersburgo, en Florida, Estados Unidos.

El argentino mostró una performance mucho mejor de la esperada. No sólo salió airoso de los múltiples choques que se dieron en las exigentes 101 vueltas, sino que llegó en el puesto número 12 a bordo del Dallara del Juncos Hollinger Racing.

El ganador de la prueba fue el sueco Marcus Ericsson, del Chip Ganassi Racing.

Canapino había manifestado en al previa que objetivo era terminar la carrera, aunque fuera en el último lugar.

Pero el Titán se encontró con un escenario más complicado al esperado ya que, una y otra vez, la prueba presentó obstáculos fuera de contexto como consecuencia de los múltiples choques que se vivieron desde la vuelta 1.

Así, el primer logro dell cuatro veces campeón del Turismo Carretera (2010, 2017, 2018 y 2019) fue poder ver la bandera de cuadros. Y el duodécimo lugar termina siendo una gran presentación.

El piloto argentino quedó a más de 28 segundos del ganador, pero se convirtió en el segundo mejor debutante en la exigente IndyCar.

El británico Callum Ilott, el compañero de equipo de Canapino, fue de menos a más y finalizó en un expectante 5° lugar luego de haber partido desde el 22° puesto.

El debut de Canapino fue magnífico para los especialistas, ya que el duodécimo puesto superó largamente la expectativa de terminar la carrera.

Ericsson, con pasado en la Fórmula 1, fue el ganador en la primera prueba de la temporada 2023.

El sueco se adelantó al mexicano Pato O'Ward (Arrow McLaren) a cuatro vueltas del final y se quedó con el premio mayor. El podio fue completado por el neozelandés Scott Dixon (Chip Ganassi).

Ericsson fue paciente durante toda la competencia y en la larga recta de meta dejó atrás a O'Ward una vez que el mexicano activó por error el limitador de velocidad y perdió la potencia de su monoplaza.