La postulación de Juan Pablo Cafieron a la embajada argentina en el Vaticano provocó satisfacción entre varios obispos, admitió el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto.

El prelado valoró el gesto como "un paso importante" en la relación Iglesia-Gobierno.
"La decisión tomada (por la presidenta Cristina Kirchner) es un paso importante en las relaciones entre la Iglesia y el Estado", subrayó.

Casaretto consideró que Juan Pablo Cafiero es "una persona idónea y muy apta para cumplir con esa misión diplomática".