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Método no invasivo para evaluar la salud hepática
Laboratorios Ferring trae a la Argentina una efectiva herramienta diagnóstica que al evaluar la salud hepática, permite a los médicos optimizar cada tratamiento para mejorar la calidad de vida de cada paciente.
22 de agosto de 2013
Laboratorios Ferring presenta los nuevos biomarcadores hepáticos no invasivos FibroTest y FibroMax (desarrollados por Biopredictive) aprobados por Organismos de Salud Internacionales por su alta performance de respuesta que permiten diagnosticar y evaluar el grado de fibrosis hepática por cualquier etiología, ya sea viral (Virus Hepatitis C y B, y coinfección con HIV), metabólica (Esteatohepatitis, Resistencia a la Insulina, Síndrome Metabólico, Diabetes Mellitus), alcohólica u otra.

La Autoridad de Salud Francesa (La Haute Autorité de Santé) recomienda su uso, como primera línea diagnóstica, para reducir la necesidad de un método invasivo como lo es la biopsia hepática en el manejo de la hepatitis C crónica.

Sencillos, confiables, con el 95% de asertividad estos biomarcadores hepáticos no invasivos utilizan una muestra de sangre y un algoritmo matemático para calcular el grado de fibrosis hepática. De acuerdo a los casos, evitan la biopsia de hígado, que si bien ha sido el “gold standard” se trata de un método invasivo, en general doloroso y no exento de complicaciones, ya que se basa en la extracción de una pequeña muestra de tejido hepático para su evaluación histológica y clasificar de este modo el grado de fibrosis/cirrosis hepática.

Las enfermedades hepáticas crónicas son de alta prevalencia y revisten gravedad. En Argentina se estima la prevalencia de la hepatitis C en 500 mil personas. Y según los datos del Centro para Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, las enfermedades hepáticas crónicas, las padecen el 10% de la población y constituyen la octava causa de muerte de la población total y la tercera en el grupo etario de 45 a 64 años.

“En estos últimos años la ciencia ha avanzado rápidamente. Hemos estado trabajando en el desarrollo de métodos de diagnóstico no invasivos que permitan limitar el número de biopsias y ampliar el screening de las poblaciones involucradas. De esta manera, los biomarcadores hepáticos no invasivos se convierten en la mejor alternativa a la biopsia de hígado. Un sondeo realizado en el sur de Francia a 1.117 médicos generales, reveló que la biopsia hepática fue rechazada por el 59% de sus pacientes con hepatitis C”, comentó la Dra. Carmen Mona Munteanu, integrante del equipo de desarrollo del test en Paris.

“Las ventajas que presentan los tests no invasivos frente a la biopsia hepática son cualitativas ya que permiten el diagnóstico temprano y la determinación del riesgo de los pacientes, así como la evaluación dinámica de la fibrosis después de un tratamiento exitoso o de la falla del mismo. Se trata de un test diagnóstico no invasivo de gran utilidad en las enfermedades crónicas del hígado. Lo que detecta y cuantifica es la presencia y el grado de fibrosis, que son datos de enorme valor en el seguimiento del paciente con enfermedades hepáticas crónicas como las hepatitis B o C crónicas, la hepatitis autoinmune, o la esteatohepatitis no alcohólica o la enfermedad hepática por alcohol”, agregó el doctor Adrián Gadano, jefe de la Sección de Hepatología del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Este biomarcador diagnóstico (Fibrotest), es útil y confiable para el diagnóstico de fibrosis hepática por el Virus de la Hepatitis C (VHC) y el Virus de la Hepatitis B (VHB). Y, junto con este test se obtiene el grado de actividad necroinflamatoria (ActiTest) de los pacientes estudiados, único test no invasivo que brinda este resultado a los médicos, constituyendo la posibilidad de definir el tratamiento adecuado de manera rápida y efectiva para estos pacientes.

“La hepatitis C constituye una verdadera pandemia, y se calcula que unos 200 millones de personas son portadoras del virus que la provoca. En la República Argentina se estima que la prevalencia general es de 1-2% en los mayores de 18 años, lo que significaría más de 500.000 personas portadoras del virus. En el caso de esta enfermedad, el tratamiento antiviral debe ser iniciado inmediatamente en aquellos pacientes donde se detecte una fibrosis avanzada, y ser altamente considerado en los casos de fibrosis moderada. Los nuevos métodos no invasivos para la evaluación de la fibrosis permiten rápidamente determinar la gravedad de la afectación hepática de un paciente ya que nos informa muy bien acerca de los extremos de la enfermedad, o sea si el paciente tiene una enfermedad leve o avanzada. Esto es de gran relevancia a la hora de tomar decisiones terapéuticas. Asimismo, la repetición periódica del test en un mismo paciente nos permite conocer la forma en que dicha enfermedad evoluciona y este también es un dato de sumo interés”, cerró el Dr Gadano del Hospital Italiano

Por su parte, existe una ampliación del marcador, que funciona como “súperbiomarcador” (FibroMax), que está indicado para medir afección hepática de origen alcohólico (ASH) y para el diagnóstico de hepatitis no alcohólica (NASH) por obesidad, diabetes, hiperlipidemia, así como por la resistencia a la insulina.

Cuando el paciente tiene alguna de las condiciones anteriormente mencionadas, se recomienda la evaluación del estado hepático, ya que este diagnóstico es de suma utilidad en la toma de decisiones de seguimiento y tratamiento.

¿Cómo se realiza el Test?
Es el médico quién debe indicar el estudio. El paciente concure al laboratorio validado, para que le tomen la muestra de sangre, la que se analiza en el país bajo normas y protocolos de los desarrolladores del test frances.

Los datos obtenidos de las distintas determinaciones de la muestra de sangre, son ingresados al sistema online con Francia, donde son sometidos al algoritmo del test para obtener los resultados finales, que determinan si existe o no enfermedad hepática y su grado y nivel. Los resultados se obtienen con un plazo no mayor a una semana.

El hígado y las enfermedades hepáticas crónicas
El hígado es el segundo órgano más grande del organismo, y sus funciones principales son el procesamiento de los nutrientes para transformarlos en moléculas C y B crónica/ año que el cuerpo usa como energía así como la purificación de la sangre de sustancias tóxicas.

Dentro de las enfermedades hepáticas merecen especial consideración las enfermedades crónicas, que en algunos casos derivan en cirrosis y/o hepatocarcinoma, y constituyen la principal causa de morbi-mortalidad.

Las más importantes son la Hepatitis B y C, la esteato hepatitis no alcohólica (NASH) o hígado graso y la enfermedad hepática derivada del alcoholismo (ASH)Las enfermedades hepáticas crónicas son de alta prevalencia y revisten gravedad. De acuerdo con datos del Centro para Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, son padecidas por el 10% de la población y constituyen la octava causa de muerte de la población total y la tercera en el grupo etario de 45 a 64 años.

En Argentina se dan estimativamente unos 500 mil casos año de Hepatitis C y B crónica/ año. Más allá del número de infectados, la preocupación de los profesionales de salud pasa por que en muchos casos se hace crónica. De acuerdo con datos del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, solamente un 15-25% de los casos son autolimitados y no evolucionan, mientras que 60-70% desarrolla enfermedad crónica del hígado, 5-20% terminan en cirrosis y 1-5% mueren como consecuencia de la misma cirrosis o de hepatocarcinoma.

El consumo excesivo de alcohol por largos períodos y las complicaciones asociadas son uno de los problemas más serios y persistentes en los países industrializados del hemisferio occidental.

De acuerdo con datos de Estados Unidos, entre el 40 y el 50% de las muertes por cirrosis se relacionan con dicho consumo. Es de vital importancia entonces diagnosticar esta patología para determinar el pronóstico del paciente y la capacidad de respuesta a la terapia, como así también debe realizarse un seguimiento para descartar hepatocarcinoma.

Asimismo, en situación de alcoholismo, la determinación del grado de fibrosis hepática es de suma utilidad para pronosticar evolución y tomar decisiones de tratamiento y monitoreo. Es especialmente útil la detección de fibrosis en etapas tempranas, cuando todavía no hay signos de descompensación hepática, lo que mejora notablemente el pronóstico y las posibilidades de tratamiento.

Por último, en aquellos pacientes con hígado graso de origen no-alcohólico (NAFLD) con valores de análisis hepáticos constantemente anormales y síndrome metabólico, sería útil descartar o confirmar la presencia de esteatohepatitis y fibrosis, con el fin de realizar los ajustes necesarios en el tratamiento y realizar seguimiento periódico para descartar hepatocarcinoma. El hígado graso de origen no-alcohólico está considerado en los Estados Unidos como la más común de las patologías hepáticas crónicas.