La aseguradora AIG abandonó el negocio financiero en la Argentina. Se desprendió, a cambio de 166,5 millones de pesos, de la Compañía Financiera Argentina, que explota las marcas Efectivo Sí, Crédito Sí y emite tarjetas de crédito Visa y Mastercard.

Los compradores fueron el Banco Galicia y el fondo de inversión Pegasus. El Galicia tendrá el 80% de la empresa y Pegasus, el fondo que conduce Mario Quintana, el restante 20%.

La sociedad tan "despareja" de los compradores tiene su explicación. El Galicia se alió a Pegasus como socio porque fue este fondo el que llevó adelante las negociaciones, según explicaron fuentes cercanas a la transacción. En verdad, Pegasus quería tomar el 80%, pero el Banco Central habría vetado esa jugada sugiriendo la entrada del Galicia como socio mayoritario.

Con la salida de AIG vuelve a modificarse el mapa del extendido mercado de las financieras no bancarias. Meses atrás, el Banco Comafi se quedó con la tarjeta Provencred, propiedad del Citi. Tanto el Citi como AIG quedaron bajo control del Gobierno de EE.UU.y por eso están vendiendo activos que no consideran estratégicos o que pueden aportar liquidez.

AIG era un verdadero gigante dentro del apetecido mercado de los créditos a sectores de la población con muy baja o nula bancarización. De hecho llegó a tener más de un millón de clientes y hoy exhibe una cartera activa de préstamos de 1.060 millones de pesos.

La rueda de AIG no se paró solo por los problemas en Estados Unidos. Acá se fondeaba con la bicicleta de los fideicomisos, que también sufrió mucho a fin de año con la suba de tasas y la desaparición de las AFJP. El negocio para la sociedad Galicia-Pegasus fue innegable. Adquirieron en $ 166,5 millones una empresa que acusa un patrimonio neto de $ 816 millones.

Los compradores -que participan en este segmento con Tarjeta Naranja y Nevada en el caso del Galicia y Grupo Unión, en el de Pegasus) heredan 1.100 empleados (se asegura que todos quedarán) y una cartera con una insólita tasa de morosidad que ronda el 20/25%, contra un promedio del sistema que no supera el 6/7%.

AIG ostentaría una cartera de 300.000 clientes que tienen, en promedio, una deuda a pagar de 3.000 pesos. AIG colocaba $ 50 millones por mes, contra $ 100 millones de sus buenas épocas.