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29 de marzo de 2024
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El BCRA apuesta a cumplir la "Teoría de Maradona"
Así le llaman los economistas a la política de no ir bruscamente al dólar caro o barato. La inventó un banquero británico justamente por la jugada del gol increíble
12 de octubre de 2008
Podrá Martín Redrado replicar la Teoría Maradona? Hoy los analistas financieros de la Argentina tienen bajo la lupa la política cambiaria del Banco Central.

Y Redrado está resistiendo las voces que recomiendan aceptar una devaluación más brusca y más rápida del peso frente al dólar. Lo piden como una manera de preservar las reservas monetarias, hoy un insumo decisivo para hacer frente al temblor mundial, explica Clarín.

Son presiones inversas a las de un año atrás, cuando se reclamaba revaluar el peso (es decir, bajar el precio del dólar) para contener las expectativas inflacionarias.

¿Y Maradona qué tiene que ver en esto?. La Teoría Maradona, aplicada en su origen a la política monetaria, fue expresada por primera vez en mayo de 2005, por el entonces gobernador del Banco de Inglaterra (banco central), Mervyn King. La teoría fue elaborada a partir del segundo gol que Diego les hizo a los ingleses en el Mundial de México, el 22 de junio de 1986.

Dijo King: "Maradona corrió un trecho extenso desde su propio campo, eludió a 5 jugadores e hizo el gol en el arco inglés. Lo verdaderamente destacable, en realidad, es que Maradona corrió virtualmente en línea recta. 'Cómo se puede eludir a 5 jugadores corriendo en línea recta?", interrogó. "La respuesta es que los defensores ingleses reaccionaron sobre la base de lo que esperaban que Maradona hiciera. Mientras ellos esperaban que Maradona se moviera hacia la derecha o hacia la izquierda, Maradona fue capaz de seguir corriendo en línea recta", razonó.

En el Banco Central están convencidos de que la Teoría Maradona puede graficar la política cambiaria de "flotación administrada" que, justamente esta semana, fue ratificada por la presidenta Cristina Kirchner.

La explicación sería así:

El primer amague, contra el peso fuerte:

Hasta mediados de 2007, el ingreso de dólares al país fue muy fuerte y no sólo por el superávit comercial. Había inversores que traían dólares y los transformaban en pesos para esperar una revaluación de la moneda local, en una apuesta similar a la que se hizo en Brasil. La jugada era a dos bandas: ganar con la tasa de interés local y con la valorización del peso que representaba más dólares a la hora de realizar las ganancias. Fueron desairados, pues entre junio de 2006 y junio de 2007 el dólar osciló entre 3,05 y 3,10 pesos.

La apuesta también contemplaba la posibilidad de una revaluación del peso para contrarrestar las presiones inflacionarias. Se decía que como todas las monedas del mundo se estaban revaluando frente al dólar, también la Argentina podía hacer lo mismo sin perder competitividad.

Contra las apuestas del mercado, el dólar subió de precio a partir de julio del 2007 cuando se combinó una retirada de capitales con la primera fase del estallido de la crisis internacional.2008:

El segundo amague, contra el peso débil:

Ahora las apuestas se dieron vuelta. La demanda de dólares creció notablemente a la par del temblor financiero mundial. En el mercado hay convencimiento de que habrá una importante devaluación del peso, administrada o por la fuerza.

El Central no quiere saber nada. Además, días atrás Cristina, antes de hablar de las bondades de la "flotación administrada" sostuvo, nada menos que en la UIA, que un dólar caro significaba más inflación.

Este viernes, sin ir más lejos, hubo una presión fuerte contra el peso. En el mercado mayorista llegó a valer $ 3,28, pero el Central intervino para bajarlo a $ 3,22.

Los que piden devaluar fuerte afirman que con el gradualismo el dólar siempre va a parecer barato y alimenta la caída de las reservas.

'Peligro de gol?

Para que la Teoría Maradona se cumpla, Redrado debe convertir el gol. 'Qué sería gol en este contexto? Para el Central, que no se pierdan muchas reservas y que el tipo de cambio fluctúe suavemente para no alimentar la inflación, pero al mismo tiempo se ubique en un precio que permita mantener la competitividad cambiaria. 'Cuál sería el precio objetivo del BCRA? Tal vez más alto que ahora, pero no mucho.