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26 de abril de 2024
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Líderes mundiales celebraron el cambio presidencial
Desde Chávez hasta Sarkozy, todos felicitaron al mandatario electo. La mayoría considera la elección como el inicio de una nueva era
5 de noviembre de 2008
Con el recuento de votos aún activo, los líderes mundiales celebraron la elección de Barack Obama como futuro presidente de Estados Unidos y la calificaron como el inicio de una nueva era, alentada por las promesas de cambio de quien sucederá en enero a George W. Bush.

Las esperanzas generadas por quien fue electo como primer presidente negro de Norteamérica empezaron a manifestarse de inmediato desde los cuatro puntos cardinales.

El gobierno de Kenia, país del fallecido padre de Obama y donde vive su abuela, decretó feriado nacional. El presidente de México, Felipe Calderón, invitó a Obama a "trabajar en la construcción de un mejor futuro" para las Américas y a visitar próximamente su país, mientras que el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, enfrentado desde hace años a la administración Bush, felicitó a Obama por su "elección histórica" y ratificó su voluntad de restablecer "nuevas relaciones" con Estados Unidos y relanzar "una agenda bilateral constructiva".

En tanto, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó en un mensaje que el dictamen de las urnas corona "una campaña excepcional, cuyo aliento y alto nivel han demostrado a todo el mundo la vitalidad de la democracia norteamericana, al tiempo que lo mantenían en vilo". "Al elegirlo, el pueblo norteamericano ha hecho la elección del cambio, el optimismo y la apertura", agregó.

El primer ministro británico, Gordon Brown, afirmó que Obama "llevó a cabo una campaña inspiradora e infundió una gran energía política con sus valores progresistas y su visión de futuro" y la jefa de gobierno alemana, Angela Merkel, resaltó el valor de la alianza Washington-Berlín. "Puede usted estar seguro de que mi gobierno es consciente de la importancia y del valor de nuestra asociación transatlántica", dijo Merkel en su mensaje.

Por su parte, el presidente chino, Hu Jintao, expresó la esperanza de llevar "en este nuevo periodo histórico (...), la relación constructiva entre China y Estados Unidos a un nuevo nivel". En ese sentido, el primer ministro japonés, Taro Aso, destacó su voluntad de hacer "todo lo posible para reforzar la alianza de Japón con Estados Unidos y resolver los diferentes problemas a los que se enfrenta la comunidad internacional".

El primer ministro indio, Manmohan Singh, dijo que su país y Estados Unidos "están ligados por su apego común a la libertad, la justicia, el pluralismo, los derechos individuales y la democracia" y que "estos ideales constituyen bases sólidas para una asociación estratégica y amistosa".

La esperanza generada por la elección de Obama está la altura de los enormes desafíos que enfrenta Estados Unidos -involucrado en dos guerras, en Irak y Afganistán- y sumido en una grave crisis financiera y económica que generó efectos recesivos en todo el mundo.

En tanto, el portavoz del Vaticano deseó que el nuevo presidente "pueda responder a las expectativas y a las esperanzas que ha generado para promover la paz en el mundo, favoreciendo el crecimiento y la dignidad de la persona en el respeto de los valores humanos y espirituales esenciales".

Irak y Afganistán serán temas prioritarios de Obama, que asumirá el cargo el 20 de enero, tras ocho años de gobierno del republicano George W. Bush. Pero según el canciller iraquí, Hoshyar Zebari, el gobierno demócrata de Obama se abstendrá de ordenar "una retirada rápida" de Irak.

"No pensamos que se produzca un cambio político brusco y no habrá ninguna retirada brusca norteamericana de Irak porque aquí está en juego un asunto importante", dijo Zebari. Mientras tanto, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, afirmó que el triunfo de Obama ha inaugurado "una era en la cual la raza, el color y el origen étnico, espero, desaparecerán (...) de la política del resto del mundo".

Por último, el primer ministro saliente de Israel, Ehud Olmert, confió en "estrechar" las relaciones bilaterales para avanzar en el proceso de paz israelí-palestino, y el presidente palestino, Mahmud Abbas, instó por su lado a Obama a acentuar los esfuerzos estadounidenses para alcanzar una solución en el conflicto.