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19 de abril de 2024
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Represión en las calles de Teherán: al menos 20 muertos
A sangre y fuego, la policía iraní cargó contra los manifestantes opositores. La cifra de víctimas aumenta hora tras hora. Obama reclamó detener la violencia
21 de junio de 2009
La violencia y la tensión siguen aumentando en Teherán, donde la Policía local reprimió las manifestaciones callejeras.

Se calcula que hay al menos 20 muertos pero otras fuentes hablan de 150. En el peor momento del conflicto, el presidente de Estados Unidos Barack Obama exhortó al gobierno de iraní a detener "todas las acciones violentas e injustas contra su pueblo", consignan los pocos medios internacional con acceso a información sobre lo que ocurre en ese país.

En una de las marchas, la policía iraní utilizó gas lacrimógeno y chorros de agua para dispersar a los miles de manifestantes que protestaban en Teherán, luego de que el gobierno iraní amenazara con tomar medidas más enérgicas si los partidarios de la oposición vuelven a salir a las calles para exigir nuevas elecciones presidenciales en desafío al líder supremo de la nación.

La represión policial ocurrió luego de que centenares de partidarios del líder opositor Mir Hossein Mousavi se congregaran en las calles del centro de Teherán a pesar de las amenazas gubernamentales.

Unos 3.000 manifestantes corearon "¡Muerte al dictador!" y "¡Muerte a la dictadura!" cerca de la Plaza de la Revolución en el centro de Teherán.

Más temprano, un atentado suicida ocurrió en el mausoleo del ayatolá Jomeini, líder de la revolución islámica, en Teherán, hiriendo a un peregrino, según indicó el jefe adjunto de la policía iraní, Hosein Sadjedinia.

"Un terrorista hizo detonar su chaqueta de explosivos en el mausoleo de Jomeini. La explosión dañó una parte del lugar", dijo el responsable. "El suicida murió y un peregrino resultó herido", añadió.

En medio de la tensión que se vive en Teherán, el presidente de Estados Unidos Barack Obama exhortó al gobierno de iraní a detener "todas las acciones violentas e injustas contra su pueblo".

"El gobierno de Irán debe entender que el mundo está mirando. Lamentamos cada una de las vidas inocentes perdidas", añadió la Casa Blanca a través de un comunicado.

Obama sostuvo que "los derechos universales de reunión y libertad de expresión deben ser respetados" y que Estados Unidos "apoya a todos quienes buscan ejercer estos derechos".

Algunos sitios de Internet de partidarios de Mousavi propusieron protestas callejeras, pero el candidato no hizo ningún anuncio.

Antes de la acción policial, camiones de bomberos tomaron posición en la Plaza de la Revolución, el lugar de la congregación propuesta, mientras la policía antimotines rodeó la Universidad de Teherán, escenario de recientes choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad, dijo un testigo.

Policías y efectivos de la milicia Basij, progubernamental, patrullaban las calles de Teherán, particularmente los distritos comerciales céntricos. El jefe de policía de la capital, Ahmad Reza Radan, dijo que la policía reprimirá toda reunión o manifestación de protesta.

Mousavi no asistió a una reunión de las principales autoridades electorales, pero una de sus páginas en Internet dijo que planeaba emitir una declaración "pronto", sin entrar en más detalles.

La decisión de seguir manifestándose o acallar sus protestas será crucial para el movimiento opositor y la amenaza sin precedente que representa para el gobierno iraní. Las continuas manifestaciones podrían desencadenar una represión sangrienta o debilitar más al gobierno si no cumple sus amenazas de tomar represalias, pero si la oposición acata las advertencias oficiales, podría dar al gobierno los recursos que necesita para neutralizar el mayor desafío interno a su autoridad desde la Revolución Islámica de 1979. No estaba en claro si Mousavi tiene el poder de detener las manifestaciones callejeras aun si ordena a sus partidarios que se queden en sus casas.

Ayer, en su primera aparición pública tras una semana de grandes protestas contra el resultado oficial de los comicios del 12 de junio, el guía supremo iraní, ayatollah Alí Jamenei, exigió en duros términos el fin de las manifestaciones callejeras que reclaman un nuevo proceso electoral y ratificó la reelección del presidente ultraconservador Mahmoud Ahmadinejad.

Jamenei habló en la Universidad de Teherán, durante las tradicionales plegarias del viernes. "La demostración de fuerza en la calle es un error, quiero que termine", afirmó quien ejerce la máxima autoridad política y religiosa del país. "El sistema no se deja intimidar por esas iniciativas. Los responsables políticos que tienen influencia en el pueblo deberían prestar mucha atención a su comportamiento. Si actúan de manera extremista, este extremismo llegará a un punto sin retorno (...) serán responsables por la sangre, la violencia y el caos y tendrán que afrontar sus consecuencias", advirtió Jamenei. El mensaje fue un virtual permiso para la represión.