Cristina Kirchner volvió a defender la decisión de su gobierno de tomar reservas del Banco Central para pagar la deuda que vence este año y lanzó durísimas críticas contra la Justicia y contra los llamados "fondos buitre". Lo hizo mientras se espera una decisión judicial respecto de los decretos de necesidad y urgencia con los que ordenó tomar fondos del Central para cancelar el pasivo y destituir a Martín Redrado de la presidencia del BCRA.

"La Argentina necesita imperiosamente salir del default", exclamó la Presidenta durante un acto que encabezó en el Banco Nación.

La ceremonia había sido convocada originalmente para la presentación de una línea de créditos para pequeños productores agropecuarios, pero devinó en una nueva defensa del controvertido proyecto oficial y en un renovado ataque contra los tenedores de bonos de la deuda en el exterior y los jueces. Además, Cristina Kirchner se mostró con el ministro de Economía, Amado Boudou, en medio del fuerte malestar que su activa participación en la diagramación del Fondo del Bicentenario generó en la Casa Rosada.

La embestida presidencial ocurrió pocas horas despupés de que trascendiera que en las últimas 48 horas, Cristina Kirchner fue convencida de que los acreedores internacionales podrían embargar las reservas del Banco Central si finalmente prospera la creación del Fondo del Bicentenario, ahora en suspenso por una decisión judicial.

"La especulación financiera es un negocio importante, sino pregúntenles a los fondos buitre", lanzó la Presidenta con ironía cuando promediaba su discurso.

Antes, había trazado un paralelo en la transferencia de reservas que le exigió a Martín Redrado con el uso de reservas del BCRA que Néstor Kirchner hizo para pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2005.

"Cuando Kirchner decidió pagar en efectivo, cash, al Fondo Monetario utilizo el 100 por ciento de las reservas disponibles. Eran casi 10 mil millones, con un PBI mucho más bajo que ahora. Este fondo solamente representa un tercio de las reservas, no el 100 por ciento como sucedió entonces", comparó.

Pese al énfasis, las afirmaciones de la Presidenta contienen un error. Cuando se canceló la deuda de US$ 9500 millones con el FMI había más de US$ 28.000 millones en las arcas del Banco Central que ya entonces conducía Martín Redrado. Es decir, en ambos casos, se usó un tercio de las reservas totales del BCRA.

En otro tramo de su mensaje, la jefa del Estado embistió duramente contra la oposición, los medios y la Justicia. Apuntó en particular contra Julio Cobos, algo que ya había hecho Kirchner. "Hay una formidable maniobra política y mediática con la ayuda de algunos sectores de la Justicia, porque para que haya judicialización de la politica tiene que haber jueces que tomen decisiones políticas", lanzó.

Sin mencionarlo, aludió a las intenciones políticas de Cobos para 2011. "Va a ser el candidato del principal partido de la oposición quien hoy es mi vicepresidente", se quejó.

Según pudo saber LA NACION de altas fuentes del BCRA y del Gobierno, en el banco y en el Ministerio de Economía se estudian alternativas más seguras para financiar el gigantesco gasto público. En las últimas horas prevalecía la idea de que, cualquiera que sea su presidente, el Central no depositará en una cuenta del ministerio los 6500 millones de dólares previstos en el decreto de necesidad y urgencia (DNU) Nº 2010.

Pocas horas antes del acto, el oficialismo había admitido públicamente su preocupación por eventuales embargos.

El encargado de hacerlo fue el jefe del bloque kirchnerista en la Cámara de Diputados, Agustín Rossi, quien advirtió: "Obviamente que hay que tomar todas las precauciones del caso para evitar situaciones que no queremos que se generen, como abrir algún resquicio jurídico, de tal manera que puedan avanzar en una situación de embargo".

No obstante, en declaraciones a radio Continental, planteó que "con la actual estructura jurídica" se pueden evitar "ese tipo de intervenciones judiciales sobre los activos del país.

En este contexto, Martín Redrado volvió a destacar su "compromiso" con la protección de esos fondos y evitó opinar sobre posibles embargos, aunque advirtió que el tema es delicado.

"Con la fuerza de mis convicciones vamos a continuar cuidando las reservas que son los ahorros de todos los argentinos. Contamos con las herramientas para dar solidez, tranquilidad monetaria, estabilidad financiera y previsibilidad cambiaria", planteó el presidente del BCRA apenas salió de su casa en Belgrano rumbo a la sede de la entidad en Reconquista al 200, donde esta mañana desarrollaba sus actividades con normalidad.

Cuando fue consultado sobre la posibilidad de que el pago de los vencimientos de la deuda pública con reservas del BCRA pueda generar reclamos de los bonistas en el exterior y eventuales embargos, fue tajante. "Es un tema de absoluto cuidado que afecta a la Argentina y corresponde a sus más altos intereses del que no voy a opinar. Cualquier opinión podría afectar los intereses del país", advirtió.